¿Dónde está la garantía de que en la sociedad del futuro los líderes no tomarán más para sí mismos de lo que le corresponde a todos y no destruirán las buenas iniciativas como sucedió en la Unión Soviética?
La sociedad futura será una sociedad abierta, no habrá coerción ni dictadura. Todo será manejado por amigos. Por eso, no sucederá lo mismo que en Rusia.
Los cabalistas, quienes entienden los procesos que tienen lugar en la sociedad y son creíbles a los ojos de la sociedad, podrán dirigir.
La sociedad del futuro se esforzará por establecer el mismo estándar de vida para todos. Nadie trabajará duro y nadie será perezoso. Todos trabajarán tanto como puedan para darle a la sociedad y encontrarán el rol correcto para ellos.
En una sociedad así, no habrá necesidad de forzar a nadie a trabajar, porque todos verán que invierten en la sociedad e invierten en el mundo futuro, superior, en la corrección de su alma. Por eso, no necesitará aliciente ni castigo, darán la bienvenida a cualquier oportunidad de beneficiar a la sociedad, pues sentirán que eso les beneficia personalmente. No habrá diferencia entre el individuo y la sociedad.
La meta de la sociedad correcta es “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
No habrá dinero en el mundo futuro, ¿cómo podemos medir cuánto esfuerzo se invirtió en la sociedad? ¿cómo podemos medirlo? Llegaremos a un estado donde todos nos sentiremos dentro de un sistema común que nos conecta y veremos lo que invierte cada uno. En correspondencia, ayudaremos a todos a volverse incluso más y más involucrados en la sociedad para elevarse junto con ella.
Gradualmente, el sistema de conexiones entre nosotros, llamado Shejiná, será revelado a todos y necesitaremos elevarlo hasta los cielos.
Esa sociedad estará construida enteramente en base al otorgamiento, la recepción en ella existirá sólo para vivir y otorgar. Todos percibirán la oportunidad de otorgar, como una recompensa.
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De la 3a parte de la lección diaria de Cabalá 26/nov/ 20, “La conexión del mundo en la última generación”
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