Recibí una pregunta: ¿Qué tipo de gobierno sería el más adecuado para llevar a cabo el experimento de crear una sociedad futura: el que tenga experiencia con el socialismo, o por el contrario, el que haya sido alimentado del capitalismo?
Mi respuesta: Creo que no depende de las condiciones materiales del gobierno, sino de qué tan condicionadas estén las personas para percibir la causa de la crisis y la necesidad de elevarse por encima de ello, superarlo mediante la unidad, y entender que hoy en día, no hay otro medio de supervivencia.
Y como Baal HaSulam escribe, este método puede funcionar en cualquier país (aunque no necesariamente en todo el mundo). Sin embargo, depende del nivel de percepción de la gente o de su nivel de desarrollo. Para que esto funcione, las personas deben estar conscientes o entender que no existe otra forma para salir de esta situación, y que es el único medio para sobrevivir. Sin embargo, no debe suceder alienando la vida personal de alguien, u obligando a las masas, como ocurrió cuando se estableció el poder soviético.
La sociedad misma debe estar convencida que las antiguas ideas, decisiones, enfoques y reguladores no funcionan más. Esto podría suceder primero en Estados Unidos, después en Rusia y más tarde en Europa. Sin embargo, no pienso que esté al alcance a los países tecnológica y socialmente subdesarrollados, así como para países gobernados por dictaduras y regímenes del «pueblo». A estos países todavía les falta el nivel necesario de desarrollo y consciencia pública. Ellos aceptarán este principio después que los países desarrollados, en parte porque se verán forzados a participar por razones económicas y sociales.
Creo que un fondo internacional y un gobierno único mundial, incluso si se instituyen con renuencia, crearían un movimiento en pro de la colaboración al poner su propio ejemplo y ejerciendo presión moral. Después de todo, la humanidad está organizada como una pirámide: una parte de la humanidad ya es capaz de darse cuenta de la importancia del desarrollo integral, mientras que las demás partes podrán unirse al comprender que no existe otro camino. Sin embargo, según la ley de la Naturaleza, a la larga cada quien deberá alcanzar la armonía total y volverse igual a toda la Naturaleza.
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