Deja la seguridad de lo conocido, el ego y descubre la perfección, el otorgamiento
Nuestro deseo personal es muy pequeño, sólo puede disfrutar de los placeres de este mundo. Si se adquiere el deseo del Creador, es decir, la intención de otorgar, se obtiene un deseo ilimitado, el recipiente espiritual y se disfruta no al recibir, sino al otorgar. Ya no estás aislado, atado a sensaciones temporales, aleatorias y …
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