Comentario: Una interesante carta llegó de Anna: He estado viviendo por 30 años en El Cairo. Mi esposo es egipcio, tenemos cuatro hijos. Soy pediatra y ya me he acostumbrado a vivir aquí. Aunque al principio no fue fácil para mí. Lo encontré a usted en el Internet, hace tres años y desde entonces le sigo. Mi esposo sabe de ello y no le importa. Pero siempre me mueve cuando usted habla sobre Egipto como el mal, como el egoísmo. No puedo abandonar la sensación por lo que usted dice de Egipto, donde también vivo y al que empecé a considerar mi patria. ¿Por qué no Grecia o Italia, sino Egipto? ¿Puede explicar?
Respuesta: Esta raíz particular así se llama. Por cierto, a ella le debemos todas las cosas buenas. Nadie lo ha hecho mejor para nosotros, que Egipto. Nos mantuvo, nos salvó y nos crió. Nos convertimos en una nación libre y quisimos ser libres, gracias a Egipto.
De hecho, no creo que los egipcios nos trataran cruelmente. Fueron personas muy desarrolladas, dentro de un marco de vida terrenal. Gente muy culta, muy seria. ¿Qué tipo de vida fue? ¿Cuánto vivían en total, 25 años?
Comentario: Se dice: “Y el Faraón se levantó y comenzó a oprimir al pueblo de Israel y su trabajo fue duro”. Era duro y difícil para las personas.
Mi Respuesta: No veo esto como malo. No. En general, tengo una actitud muy respetuosa hacia Egipto, incluso desde lo más profundo diría, una actitud amorosa, porque nos educó, nos formó. Llegamos a él como una multitud y Egipto nos formó y nos elevó al nivel del egoísmo bueno.
Con su opresión, nos mostró lo que es la libertad, lo opuesto de Egipto. Incluso se sacrificó a sí mismo, para que pudiéramos luchar por la libertad.
Pregunta: Entonces, ¿Egipto es el mal?
Respuesta: Por supuesto que es el mal. Este egoísmo se desarrolló en nosotros con toda intención. El Faraón es nuestro gran amigo.
Pregunta: Así que, ¿Qué le debo decir a Anna?
Respuesta: Vive y disfruta con la sensación de que te encuentras en el lugar correcto.
Pregunta: ¿Qué diría usted sobre Egipto como el mal y como el egoísmo?
Respuesta: Es el mal que cura. Como el veneno usado para hacer medicina. Por lo tanto, hay que respetar a Egipto. En resumen, no maldigas, no escupas al pozo, solo date cuenta que gracias a él, existes. Este pozo te ha elevado y te ha hecho una nación.
Pregunta: Así que, como dice usted, ¿Llegamos a Egipto como una multitud y salimos como una verdadera nación?
Respuesta: Nómadas que entran sin saber ni entender nada. ¡Totalmente! Y todo lo que está en nosotros, lo entendimos, lo vimos y lo aprendimos de los egipcios.
Comentario: Ya veo. Pero aún así, usted está hablando sobre Josef y sus hermanos.
Mi Respuesta: ¿Y quiénes son ellos? No sabían ni entendían nada.
Pregunta: Entonces, ¿Debería yo decir “Gloria al Faraón”?
Respuesta: Sí. Debes besar el palo que te educa. ¿Hay otra forma? Es imposible avanzar sin sufrimiento. Y si el sufrimiento te hace avanzar, respetarás el sufrimiento.
Descubre Faraón – el lado opuesto del Creador
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