Tenemos que comprender las raíces de todo lo que está ocurriendo. Estas raíces han sido descritas en los libros de Cabalá. Quienes escribieron estos libros, los cabalistas, no estaban limitados por las ataduras del globo terrestre. Más bien, los cabalistas ven las almas y las conexiones que existen entre ellas. Las transformaciones en estas conexiones determinan nuestras vidas individualmente y en conjunto.
Los cabalistas desean comunicarnos lo que está ocurriendo en nuestras almas, la raíz de todo. No tienen nada que decir sobre nuestro mundo, puesto que éste es el mundo de las acciones, mientras que todas las decisiones descienden hasta él desde el mundo de las almas. Los cabalistas utilizan el «lenguaje de las ramas» para explicar los acontecimientos en el mundo de las almas, pero generalmente no los comprendemos. Para poder entender se debe existir en ambos mundos al mismo tiempo, tal como ellos.
Por consiguiente, si deseamos comprender sus palabras y aprender sobre las fuerzas que nos influyen, las fuerzas que controlan todos los eventos en nuestro mundo, tenemos que elevarnos al nivel de estas fuerzas, el nivel en donde se toman las decisiones. Tenemos que cambiar nuestro enfoque del juego que se está llevando a cabo en nuestro mundo y en su lugar intentar percibir la fuerza interior, la Mano que actúa dentro de cada persona, animal o planta. No importa cuál objeto o acontecimiento ustedes estén examinando, lo más importante es la fuerza interior.
Eso es lo único que tiene importancia. Lo que ocurra con los cuerpos en este mundo no tiene trascendencia. La pregunta es: ¿qué pasa en las almas? Puesto, que eso determina todo lo que pasa en los cuerpos: sus dóciles marionetas.
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