Llorando por una copa rota

El superior puede ayudar al inferior bajo la condición de que el inferior está tratando de unirse con el superior. Pero es imposible unirse tú solo con el superior porque la adhesión significa que deseas llevar la vasija corrupta a Él para que Él la corrija, porque estamos corrompidos.

¿Pero cuándo me siento de esta manera? Cuando deseo unirme con alguien y soy incapaz de ello. Entonces tomo esta vasija rota y le digo al superior: “¡Corrígela!” Él la corrige, y entonces adquiero una vasija completa con un cierto grado de otorgamiento. Llevo a cabo una acción en esta conexión real en una vasija corregida y entonces alcanzo un grado espiritual.

En otras palabras, tengo un pequeño vaso roto. Le pedí al superior que lo corrigiera y Él lo corrigió; en otras palabras, Él me ha dado fortaleza para pegar este vaso y hacerlo completo. Ahora puedo llenar este vaso al realizar un acto de otorgamiento, y yo lo llenaré. Esto significa que he alcanzado el nivel de Nefesh de Nefesh del mundo de Assiyá.

Y una vez más acudo a mis amigos, al grupo, y una vez más analizo mi falta de deseo para continuar avanzando, analizo cuán rota está mi vasija. Y una vez más le pido al superior que la corrija. Pero debo darle a Él algo que corregir. De otra manera, ¿qué le llevaré a Él, cuál es mi petición? Debo ir y llorar por la vasija rota, como un niño pequeño viene y llora por una copa rota. Y entonces el superior la corregirá, y una vez más llenaré la vasija corregida con el otorgamiento que deseaba y alcanzaré el siguiente grado espiritual, Ruaj de Nefesh del mundo de Assiyá. De esta manera asciendo los 125 grados.
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De la segunda parte de la Lección diaria de Cabalá 7 de agosto del 2012, El Zóhar

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