«Mi maestro y yo»

De mi página de Facebook Michael Laitman 22/sep/20

Una noche fría y lluviosa del año 1979, no podía dormir, atormentado con mis pensamientos. De pronto me encontré al volante, viajando sin rumbo. Un gran cartel cortó el hilo de mi pensamiento: “Bnei Brak”, ciudad cercana a Tel Aviv, un importante centro religioso judío. Entré. Las calles estaban desiertas. En la esquina de la calle Jazon Ish me topé con un transeúnte. Le pregunté: “¿dónde se estudia aquí? Él me miró y respondió: “viaja hasta el final de la calle, allí verás un huerto. En frente”.
Así me encontré con mi maestro por primera vez, Rabí Baruj Shalom Ashlag (Rabash), hijo primogénito y sucesor de “Baal HaSulam”, el cabalista más grande del siglo XX. Desde ese momento mi vida dio un giro irreconocible.

Durante los doce años siguientes fui su asistente personal y alumno, absorbiendo de él todo lo que sé sobre la Sabiduría de la Cabalá. Día tras día se encerraba en el segundo piso y escribía. Así salieron a luz sus profundos artículos que hoy abren el camino espiritual adaptado a cada persona. Nadie antes escribió en un lenguaje tan simple y práctico, y como un padre que guía a sus hijos en el trayecto, él toma a los lectores de la mano y los conduce hasta la revelación del verdadero sentido de la vida.

“Y después de haber conseguido la vestidura del amor”, escribió a sus alumnos al final de la famosa carta no 8, “en seguida comenzaron a brillar en mí chispas de amor, y el corazón comienza a añorar y a unirse a los amigos y me parece que mis ojos ven a mis amigos, y mis oídos escuchan sus voces, mi boca les habla, mis brazos abrazan y mis pies danzan con amor y alegría junto a ellos en la ronda…” (Rabash)

Después de su fallecimiento en el año 1991, comenzaron a unirse personas que en sus corazones ardía el deseo de descubrir el propósito de su existencia. Al poco tiempo se fundó la asociación “Bnei Baruj”, en nombre de Rabí Baruj Ashlag. Cada mañana estudiamos los libros de los cabalistas: Talmud Eser Sefirot, el libro del Zóhar con la interpretación del Sulam (escalera) así como Escritos de Baal HaSulam y Rabash. Tratamos de continuar y diseminar el método a todo el que lo desee, tal como mi maestro me transmitió a mi la sabiduría de su padre.

Hoy se cumplen 29 años del fallecimiento de mi maestro, Rabash, un grande de la generación. Yo tengo esperanzas de que logremos transitar su camino lealmente.

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