La cuestión es acerca de que el propósito de la vida comienza a despertar inconscientemente en nosotros, aún cuando la persona no se lo pregunta abiertamente. Está constantemente intentando enterrar esta pregunta, para que no le brinque como una víbora; y ¿qué le queda hacer a la persona? Está luchando contra las violaciones ecológicas, por los derechos de preferencia sexual, por el cambio de género, entre otras cosas.
Sin embargo, si vamos a mostrarle a la persona, que hay un propósito que de arriba se nos dió, más que lo hayamos inventado nosotros y que nos llega de la fuerza superior, más que de nuestro bajo egoísmo, entonces, se podrá llevar a las personas en una dirección completamente diferente —hacia la unidad, en lugar de la división.
El egoísmo es un espacio muy estrecho y no puede abrazar a todo el mundo. Entonces ¿contra qué está y para qué está? Tiene que concretarse dentro de cierto marco; somos nosotros y es todo.
Por consiguiente, estamos avanzando muy rápido, ya sea hacia buenas o hacia malas cosas en el mundo. Los países empezarán a unirse entre ellos mismos, estos contra aquellos y aquellos contra estos y así sucesivamente. Será un gran desastre.
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