El pacto de los ojos es la prohibición de mirar a las mujeres. Y la prohibición de mirar no se debe necesariamente a que pueda dar lugar a un pensamiento. Más bien la verdadera razón es que se extiende desde una raíz muy alta. Esta precaución se debe a que, si uno no tiene cuidado, podría llegar a mirar a la Shejiná (Divinidad) (Baal HaSulam, Shamati 67 – Aléjate del Mal).
Mirar a la Shejiná significa que la persona querrá recibir todos los placeres del mundo para sí mismo, no para otorgar, sino para sí mismo.
Pero si nuestra meta es conectarnos con el Creador, entonces debemos imaginarlo siempre ante nosotros y dirigir nuestra mirada solo a esta meta -tan deseable para nosotros- y centrarnos solo en ella.