El Desarrollo Espiritual Puede Ser Aprendido de los Bebés

WeAreIntheCenterofAlltheWorlds_thumb[1]Pregunta: ¿Cómo puedo encontrar dentro de mí  las cualidades de las que habla el Zohar, si no entiendo nada y no puedo unirme con nada?

Respuesta: Somos como unos niños. Ellos no saben en qué mundo viven, pero están en las manos de su madre y de sus familiares, que les garantizan todo lo necesario para su crecimiento.  El niño sólo tiene que desear crecer  y volverse un adulto. Y este deseo se lo otorga la misma naturaleza.

En nuestro mundo, es decir en el nivel animal, este deseo proviene de la naturaleza. En los niveles inanimado, vegetativo y animal (incluso en el desarrollo físico del ser humano) existe un deseo natural de crecimiento.  Pero si deseamos crecer en  el nivel  humano, es decir en el nivel espiritual, el deseo debe proceder de nosotros mismos.

En los niveles inanimado, vegetativo y animal el desarrollo es natural. Hasta ahora nosotros, la humanidad de este mundo, nos hemos podido desarrollar en todos esos niveles, y nuestro deseo también se ha desarrollado en esos mismos niveles a lo largo de la historia. Pero ahora debemos ascender al nivel “hablante”, al nivel humano. El nivel humano significa, que debemos alcanzar la meta por nosotros mismos. Sobre la base de todos nuestros deseos físicos (a la alimentación, al sexo, a la familia) y sociales (a la riqueza, a la fama, al poder y el conocimiento), debemos desarrollar nuestro propio anhelo por la espiritualidad; lo hacemos desde el punto en mi corazón, intentando todo el tiempo empujarlo al desarrollo con la ayuda de nuestro ambiente.

Para hacerlo necesitamos del grupo, ya que solo éste puede darnos el deseo de desarrollar el punto en el corazón. Junto con el grupo, armado de estos deseos, empezamos a leer el libro del Zohar. Mientras leemos, debemos desear desarrollarnos; “Desarrollarnos” significa encontrar en el libro del Zohar mi estado futuro, mi próxima sensación. Eso es lo último que buscamos por ahora.

Aparte de eso, solamente debemos esperar. Por lo tanto, sólo deseen crecer, como un niño desea de forma natural ser un adulto. ¡Prueba calmarle, convencerle de que no crezca, o que no lo deseeni lo demande! No puedes pararle, tan indomable es la fuerza de la naturaleza que le empuja al desarrollo. De la misma manera, así es como debemos trabajar incansablemente en la espiritualidad. Debemos estar en constante búsqueda interior, nunca calmarnos y sin dejar de cambiar. Entonces de seguro creceremos. Ésta es la única condición y lo único que nos es requerido.

El sistema existe pero uno debe ponerlo en marcha con nuestro deseo, con la intención interna. Sin la presión que provenga de nosotros, el sistema no nos influirá. Es decir que el sistema influirá en nosotros mediante el sufrimiento con objeto de despertarnos, pero no avanzaremos ni un paso por medio de los sufrimientos recibidos desde arriba. Solamente podemos adelantar gracias a nuestro propio deseo, que proviene desde abajo, de nosotros.

Podemos recibir dificultades y problemas constantes, y sin embargo quedarnos en el mismo lugar, como si ellos no fueran suficientes para que alcancemos el deseo de unirnos con el grupo correcto y el deseo de desarrollarnos. Entonces te quedas en el mismo lugar a pesar de los golpes. Es decir, que los golpes en sí mismos no son la señal del desarrollo sino al contrario ¡son la señal de que no te has movido del lugar!

(Extracto de la lección sobre, El libro del Zohar correspondiente al 04 de enero2010.)

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