Aprendiendo a enfocar el Mundo Espiritual

pleasureCuando estudiamos El Zóhar, no estamos intentando explicar cada fenómeno que estudiamos; en vez de eso queremos sentirlo. ¿Cómo sería siquiera posible explicar algo que una persona no siente o ve? Por eso es que estamos hablando solamente sobre el esfuerzo que una persona realiza cuando quiere alcanzar algo que no conoce, percibe o aprehende, pero que haría lo que fuera para intentar llegar a lograrlo.

Les estoy enseñando a centrarse en el mundo espiritual. Cuando adquieras la visión espiritual, en primer lugar sentirás, y ya después también entenderás. Ese es el significado del versículo, “Un juez no tiene nada más que lo que ven sus ojos”. ¿Cuál sería la finalidad de intentar memorizar nombres que no sabes a qué se refieren? Por ahora estamos aprendiendo a alcanzarlos, porque alcanzar es cuando sientes algo con absoluta claridad en todos tus sentidos y corazón. Existes en eso, estás total inmerso en el mundo espiritual y de hecho te vuelves uno con él.

Estamos hablando sobre cómo entrar en la sensación de un nuevo mundo, como el bebé que empieza a percibir este mundo sencilla y naturalmente. No le explicamos nada al bebé desde el principio. Primero debe quedar colmado de diversas impresiones sobre nuestro mundo y después al tener la capacidad de diferenciar entre diferentes cualidades (frío/caliente, luz/oscuridad, duro/suave), empieza a formar una inteligencia que percibe a lo que debe aspirar y de lo que se debe apartar. Empieza a discernir lo que es placentero y lo que es desagradable, lo que es bueno para él y lo que es malo, lo que es verdad y lo que es falso, lo que le gusta y lo que no.

Sin embargo, en lo que respecta a la espiritualidad todo esto viene solamente después de que hemos revelado un fragmento del Mundo Superior en nuestras sensaciones. Ahora mismo deseamos alcanzar esta revelación y por lo tanto no queremos explicar lo que hay dentro, todo lo que queremos es facilitar estas nuevas sensaciones dentro de nosotros

Tenemos que “desenfocar” nuestra visión de este mundo y dejar de verlo así para empezar a verlo a través de un nuevo enfoque, concentrando nuestra atención en algo más. Es como esas películas de tercera dimensión que primero aparecen como una colección caótica de formas desordenadas. Pero si cambias el enfoque de tu visión y dejas de concentrarte en la superficie de la imagen, si tratas de ver adentro, sin enfocarte en la película misma, sino deliberadamente penetrar adentro, empezarás a verla. Cuando leemos El Libro del Zóhar tenemos que hacer el mismo esfuerzo, pero con nuestros sentimientos, en lugar de con la visión y entonces por medio de nuestras sensaciones de este mundo, sentiremos el Mundo Superior.

(Extracto de la lección sobre El Libro del Zóhar correspondiente al 24 de diciembre 2009)

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