Pregunta:
¿Cómo podemos asegurarnos de que la causa del placer sea siempre solo el Creador y no el placer mismo, es decir, que el placer provenga del hecho de que el Creador lo tiene y no viceversa?
Respuesta:
El hecho es que nosotros, que consistimos en el deseo de recibir, estamos constantemente conectados con el Creador y siempre estamos dirigidos hacia Él.
Nuestro problema es que no sentimos ni nos damos cuenta de esto. Por lo tanto, Baal HaSulam dice que todo nuestro trabajo es dirigir nuestra mente y corazón hacia el Creador.
Después de todo, cuando dirigimos nuestros pensamientos hacia Él, nuestro trabajo se llama trabajo en la mente. Y cuando dirigimos nuestros corazones a Él para darle todo, este es el trabajo en el corazón. Así, nos adherimos a Él tanto con nuestra mente como con nuestro corazón, dos propiedades fundamentalmente diferentes que tenemos para conectarnos con el Creador.
Para que tanto la mente como el corazón trabajen siempre solo para el Creador, es necesario que nuestros sentimientos, pensamientos y deseos estén en Él.
Un gran obsequio Todos deben unirse al movimiento hacia el Creador
