“¿Cómo cambiarán las personas y la sociedad en el futuro?”

Entérate de la respuesta a éste y más cuestionamientos planteados en la sección de Preguntas y respuestas al Dr Michael Laitman en Quora.

Michael Laitman, en Quora: 

 

“¿Cómo cambiarán las personas y la sociedad en el futuro?”

Eventualmente llegaremos a un estado en el que todos en la sociedad, tendremos el mismo nivel de prosperidad, recibiendo lo que necesitamos para una vida normal, realizando todo nuestro potencial para participar en la vida social, cuidando de los demás y aumentando la importancia de la consideración y la responsabilidad mutua dentro de la sociedad.  

En ese estado, podremos satisfacer totalmente nuestras pasiones y deseos. Por una razón, tenemos características, tales como la competitividad, la envidia, el fervor, la fama y el control. Esas características permanecerán iguales, pero encontraremos una nueva forma de utilizarlas, donde, en vez de usarlas en detrimento de los demás, las usaremos para beneficiar e impulsar a otros. 

Llegar a un estado de consideración y responsabilidad mutua, no solo significa que tenemos garantizado lo esencial de la vida, tal como alimento, techo, seguridad, salud y educación. Además de recibir lo esencial para la vida, seremos capaces de aumentar la calidad de vida para todo el mundo, mientras que mantenemos nuestro balance con la naturaleza. El sufrimiento en todas sus formas, disminuirá en ese estado y podremos brindar toda la abundancia que deseamos para los demás. Aún nos falta para llegar al estado en el que simplemente nos limitamos a solo abastecernos de los requerimientos mínimos del cuerpo físico. Sin embargo, cubrir lo esencial de la vida para cada persona, sería un objetivo inicial para alcanzar ese estado. 

La sociedad futura tiene muchos factores que necesitamos considerar. ¿Continuarán existiendo los sistemas que actualmente experimentamos o tendremos que crear nuevos sistemas que estén bajo la constante influencia del mismo entorno y el control social? Estos son escrutinios muy interesantes, pero al final, tendremos que aprender cómo perfeccionarnos nosotros mismos y a nuestro entorno social. Es la base de una sociedad de paz y armonía.

 

“¿Qué es conciencia?”

La conciencia es la energía, la materia, la información y cualidades que recibimos y las formas nuestras de conectar con el volumen de información general colectiva. 

Hay fuerzas que recibimos del exterior y estas fuerzas dan forma a la imagen de nuestro mundo. Si nos conectamos de manera equilibrada con la información fuera de nosotros, entonces experimentamos un estado de paz y armonía. Por el contrario, si erramos, conectando de forma desequilibrada con las fuerzas del exterior, sentimos desequilibrio y desarmonía.  

Debemos así, no tomar en cuenta cómo recibimos la información del exterior, sino cómo conectamos con el campo de información general colectiva. La medida de nuestro equilibrio o desequilibrio con el campo externo, es responsable de cómo experimentamos el mundo, placentera o dolorosamente. 

La cualidad de nuestra percepción del campo exterior informacional general, es esa de amor y otorgamiento. Si deseamos crear la misma cualidad dentro de nosotros mismos, entonces nos conectamos a él y empezamos a sentir su información sin ninguna interferencia. Así, llegamos a ese estado de paz y armonía total, de entendimiento y sensación plena de la naturaleza, la creación y el universo.  En otras palabras, al igualarnos con la cualidad de amor y otorgamiento que existe fuera de nosotros, nos volvemos eternos y perfectos como esa cualidad, es decir, como la naturaleza misma. 

De forma opuesta, nuestro deseo innato de separar, ordenar y segmentar, nos distancia de la eternidad y la perfección de la naturaleza.  Nos da una percepción transitoria e incompleta del universo. Como resultado, experimentamos un cúmulo de sufrimiento a lo largo de nuestro desarrollo, que es necesario para empujarnos a un punto en el que deseemos realizar una transformación fundamental de nuestro paradigma: querer salir de nuestra percepción y sensación distante e ingresar a una conexión balanceada, armónica y de paz con el campo general de información.

 

“¿Por qué muchas personas tratan de vivir más tiempo?”

Las personas, generalmente desconocen por qué quieren vivir más tiempo. Así que, primero invito a detenerse para preguntar: “¿Por qué necesitamos vivir más tiempo?”

Digamos que tengo un elixir para la vida. Puedes tomar una gota y vivirás por otros cien años. ¿Y qué? ¿Cómo te ayudará?

Tenemos un instinto para la vida muy fuerte. Si pudiéramos elegir vivir otra ronda de vida, entonces muchos lo haríamos, únicamente por el miedo de morir. En otras palabras, nuestro ímpetu de mantenernos vivos no deriva de una motivación positiva, sino de una negativa a nuestro miedo a la muerte. 

Tenemos miedo de morir e intentamos escapar de eso cuando carecemos de un claro propósito en la vida. Alternativamente, hay también muchas personas mayores que están de acuerdo con la muerte, que están dispuestas a dejarse caer y nunca levantarse.  Se han cansado de la vida y ven sin sentido el soportar las mismas acciones, día tras día. 

Por otro lado, si encontramos el propósito de la vida y vemos que alcanzarlo, justifica prolongar nuestra vida, entonces podemos sentirnos libres de pedir una vida más larga: ir al cajero, escribir nuestro pedido y ordenar el elixir. Sin embargo, si yo tuviera ese elixir para dar, entonces en lo personal, no se lo daría a nadie. En su lugar, deberíamos determinar nuestras acciones hacia nuestro propósito en la vida, dentro del marco natural que se nos ha dado. 

Mientras que las personas persiguen distintas metas en la vida, el propósito final de la vida que eventualmente todos alcanzaremos, es una sensación eterna de la fuerza de la naturaleza que nos creó y nos sostiene, que es una fuerza de amor y otorgamiento. Como he mencionado anteriormente, el sentido y propósito de la vida, no puede ser uno verdadero si no conlleva una sensación eterna e implica apuntar hacia el beneficio de los demás y de la naturaleza. 

Entiendo que es algo complicado tomar la decisión de apuntar a ese objetivo y que incluso, es más complejo implementarlo. Sin embargo, si nos enfocamos en esa dirección y utilizamos el método, las herramientas y los entornos sociales a nuestra disposición, para fortalecernos hacia esa meta, entonces, eventualmente descubriremos un nuevo equilibrio con la naturaleza. Así mismo, la idea de querer vivir más tiempo, desaparecerá de nuestro alcance.

 

“¿Por qué el mundo está enfrentando tantas crisis y problemas?” 

Estamos pasando por un proceso de depuración. Es como si estuviéramos dentro del tambor de una lavadora y estuvieran girando y sacudiéndose nuestras actitudes hacia los demás, hacia la vida y nuestros puntos de vista. 

Es de hecho, una señal de nuestros tiempos y como resultado de este proceso de depuración, se supone que tenemos que revisar la forma en que nos relacionamos entre nosotros, con el mundo y la naturaleza, para llegar a un marco interno de referencia, claramente establecido, a través del cual miramos a todos y todo. 

Necesitamos pasar por un proceso de revelación, tal que nos permite ver cuán inciertos e incompletos estamos internamente, cuán lejos estamos de algún tipo de mirada objetiva de la realidad, que todo en nuestros puntos de vista nos han sido impuestos y están sujetos de cambio, según las distintas influencias que tenemos durante nuestra vida.  

Con el fin de superar nuestra constante desviación en los puntos de vista y actitudes, tenemos que centrarnos en nuestro objetivo final de vida. Cuando nos aferramos a nuestro propósito de vida, de forma tal que nos insertamos en él, entonces empezamos a acercarnos y a progresar constantemente hacia él. 

Nuestro propósito de vida es llegar a una clara percepción y sensación de las leyes de la naturaleza, leyes de amor y otorgamiento, al igualar nuestras cualidades egoístas con las altruistas de la naturaleza. De este modo, sentimos un estado perfecto y eterno de existencia; y conforme existimos en armonía y paz, así nos sentiremos libres del cúmulo de crisis y problemas que actualmente experimentamos.  

Entonces, veremos que nada más existe en realidad. Que el estado actual creciente exponencial de crisis y problemas en el que nos encontramos, ya es el comienzo de un estado del ser. 

Además, científicamente nos acercamos a la revelación del estado final de la existencia, por medio de la experiencia, búsqueda, revisión y reproducción de los resultados, como los científicos. Pasamos a través de este proceso de forma bastante natural, por medio de prueba y error, con distintos experimentos, buscando lo que funciona y lo que no.  

En la aviación, hay un mecanismo llamado “giroscopio”, que mantiene la orientación de la nave en el espacio. Es un motor con una clara alineación, por decir, hacia la Estrella del norte y por lo tanto, en relación a cómo este gira, a partir de cualquier dirección, el motor se mueve precisamente con su eje interno, hacia un determinado conjunto de coordenadas.  

El efecto de la acumulación de las crisis y problemas que estamos experimentando, es que desarrollamos internamente un dispositivo semejante, particular, una actitud interna que relaciona a todos y todo con el plan de nuestro propósito final, un estado de amor, otorgamiento y conexión absoluto, el cual estamos obligados a alcanzar. 

Cuando desarrollemos ese dispositivo interno, entonces veremos cómo todo se calmará y llegaremos a una nueva sensación de equilibrio, armonía, paz, felicidad, seguridad y confianza.

 

“¿Cómo explicar la guerra a un niño?” 

Los niños pueden entender la guerra, porque ellos también están luchando unos con otros. El ego humano, que nos hace querer principalmente disfrutar sin considerar a nadie más, opera desde temprana edad. Así que, no es necesario ocultar a los niños, nada acerca de la guerra. 

De hecho, si nos equivocamos al criar correctamente a los niños, al enseñarles cómo sobreponerse al ego humano y conectar positivamente con los demás, entonces, así como los niños juegan queriendo quitarse mutuamente las cosas para complacerse a ellos mismos y a veces, recurriendo a burlarse de los demás, entonces así es como ellos seguirán en su vida de adultos, que es por lo que terminamos con guerras. Los adultos ya no tienen palas para la arena ni palos y pistolas de juguete en sus manos, sino armas capaces de causar daños serios. 

Por lo tanto, debemos explicar a los niños, que necesitan acostumbrarse a comunicar, a hacer la paz y a aprender cómo comprometerse. Así, no terminarán con terribles problemas, como esas personas que van a la guerra. 

No se les debe hablar del enemigo ni del odio en el conflicto ni de quién está bien o mal, ya que ellos no tienen los conceptos o la base para ello. Más bien, entienden palabras como dar y tomar, querer y quitar, no querer dar lo que ellos tienen a los otros, etc. y en esos términos, se puede explicar la guerra a los niños. Así mismo, las relaciones de dar y tomar son la base de la guerra y todo tipo de relaciones internacionales. La guerra es un resultado peligroso y terrible, cuando estos adultos no pudieron llegar a tiempo a un compromiso de paz comprometida. 

Por lo tanto, cuanto antes posible, debemos enseñar a los niños, que las disputas no se resuelven por medio de la fuerza, de lo contrario, nos destruimos unos a otros. Las diferencias pueden resolverse discutiendo sobre la forma de llegar juntos a la paz, por medio de concesiones mutuas, más que con un enfoque de “Yo estoy en lo correcto y tú estás equivocado y ahora, lo entenderás” 

El aspecto más importante en la educación, es aprender cómo comprometerse. De otra forma, ¿Para qué es toda esta educación? ¿Para enseñar cómo pegar más fuerte primero e infligir el mayor daño posible? No. Tenemos que aprender cómo parar y comprometernos. Es extremadamente difícil lograrlo, especialmente para los niños, porque ellos tienen un enfoque muy directo y simple hacia la vida, sin pena quieren cosas para ellos mismos, sin consideración alguna por los demás. Por consiguiente, la educación debe consistir en explicar esos conceptos, aprenderlos junto con los niños y sentar a los niños en círculos, para participar en la práctica de esos temas. Es decir, si surge una diferencia entre los niños, entonces es hora de sentarse y resolverla. Deben desarrollar esos patrones desde temprana edad, sobre cómo no recurrir a la pelea, sino resolver las diferencias a través de la conversación y el compromiso. Es un proceso muy largo, pero si no se implementa en esta fase temprana, entonces, solo irá empeorando a futuro. 

Tal educación no se requiere solo para los niños, sino también para los maestros, los adultos. Es el mismo ego humano, tanto en niños como en adultos y requiere el mismo tipo de explicaciones y entrenamiento, para sobreponerse a él y para que se den cuenta que conceder en favor de la paz, vale mucho más la pena, que ir a la guerra. 

 

“¿Debería permitirse a los niños elegir su género?”

Entiendo que algunas personas se sienten en un cuerpo extraño, del género opuesto, he conocido gente así. Eran casos individuales que sucedieron sin propaganda ni coerción. Pero lo que está sucediendo hoy, donde la sociedad es alimentada por esa ideología, creo que es totalmente erróneo.

Por un lado, va en contra de las condiciones dadas por la naturaleza. Por otro lado, todas las cualidades de la naturaleza tienen excepciones a la regla. Por eso, naturalmente tenemos a una serie de individuos con rasgos femeninos entre los hombres y con rasgos masculinos entre las mujeres, es decir, personas en el límite. De hecho, hay matices psicológicos y muchas cosas suceden en la naturaleza, cada instancia debe evaluarse.

Pero, lo que se promueve en la sociedad afecta mucho nuestro desarrollo, especialmente el de los niños. La influencia del entorno social, educativo y mediático sobre los niños los moldea. Es decir, los niños van a la escuela y se convencen de casi cualquier cosa, incluso de cambiar de sexo.

Por ejemplo, los niños que no tienen ninguna propensión a cambiar su género podrían llegar a la conclusión de que tienen que hacerlo. ¿Por qué? Por la influencia y presión social: ese tema está en la influencia que reciben. Los niños constantemente buscan dónde encajar mejor en términos de su inferioridad o superioridad con respecto a los demás. Requieren la aprobación de sus compañeros y de su entorno social y están dispuestos a hacer todo para ganar esa aprobación.

Y, a pesar del aumento en la promoción de esa influencia, la naturaleza lo resolverá todo. La promoción del cambio de género en los niños es uno de los escrutinios que la humanidad está pasando, para llevarnos a un punto de impotencia, un callejón sin salida. Ya podemos ver que la naturaleza siempre nos guía por caminos diferentes y todos terminan en un callejón sin salida, es decir, que no encontramos felicidad ni satisfacción en ninguna de las direcciones que tomamos.

En resumen, mi consejo en este tema es defender a quien, naturalmente, no tenga esa inclinación, debe mantenerse en su propio estado.

 

“¿Por qué estamos aquí? ¿cuál es el significado de la vida? ¿por qué existimos? ¿por qué me hago estas preguntas?”

¿Cuál es el significado de la vida? En cierto momento, nos damos cuenta de que no tiene sentido vivir, que vivimos en vano. La vida nos pasa todos los días y tal vez sería mejor si no existiéramos.

De hecho, hemos buscado el significado de la vida durante miles de años, pero como humanidad, aún tenemos que encontrarlo. Es como si viviéramos para hacernos esta pregunta fundamental en cada generación y no encontrar una respuesta.

La pregunta sobre el significado de la vida, involuntariamente, surge dentro de nosotros. Aunque parezca mejor y más fácil no preguntarlo, pero, nos quedaríamos en el plano animal. Los humanos seguimos evolucionando y nuestro desarrollo se expresa en que de generación a generación, cada vez más busquemos el sentido de la vida.

No podemos evitar preguntarnos sobre el significado de la vida ni por qué estamos aquí. El mero hecho de seguir cuestionándonos nos llevará al punto en que algún día podremos descubrir la verdadera respuesta a la pregunta más grande de la vida. Espero que ese día llegue muy pronto.

¿Cuál es el sentido de la vida? El sentido de la vida es descubrir el sentido de la vida.

¿Qué es? Tendremos que descubrirlo. Vivimos en este mundo para buscar respuesta a esa pregunta específica e inconscientemente, todos la buscamos, sin importar edad ni nacionalidad ni género ni profesión. Estamos encerrados en una búsqueda constante del sentido de la vida y no tenemos idea de la motivación básica detrás de esa búsqueda.

Puede parecer que algunos sienten que viven bien su vida y logran mucho, sin la búsqueda específica de su significado, pero solo se convencen de que es así. Porque ese deseo también vive dentro de ellos, de lo contrario, no estarían vivos.

Cada momento de la vida comienza con la pregunta ¿Por qué vivimos?. No lo entendemos, solo vivimos el momento dado y en el momento siguiente, nos hacemos la misma pregunta ¿Qué soy? y la hacemos una y otra vez. Seguimos viviendo así a lo largo de la vida, sin encontrar una respuesta clara. No obstante, seguimos en la búsqueda y cada momento tenemos esa pregunta y así avanzamos por la vida. El fluir de la vida es la pregunta continua sobre el sentido de la vida y la búsqueda constante de una respuesta que nunca descubrimos.

Además, la pregunta “¿Cuál es el sentido de la vida?” precede a nuestra percepción fisiológica. Es la pregunta más importante y fundamental. Es una pregunta que se relaciona con la búsqueda espiritual. Cuando nos preguntamos por el sentido de la vida, nuestro cuerpo y órganos se revitalizan y florecen y nos desarrollamos.

Eventualmente, después de vivir millones de vidas, encontraremos que el significado de la vida es alcanzar la percepción y sensación claras de su fuente. Todos llegaremos a descubrirlo. En cierto punto de nuestro desarrollo, pasaremos de preguntarlo constante e inconscientemente, a un estado en el que lo haremos conscientemente. Es decir, mejoraremos nuestra capacidad de imaginar cuál es la fuente de nuestra vida y cómo, con qué cualidades e intenciones, podemos acercarnos y aferrándonos a ella como el bebé a su madre. Cuando lo hagamos, tendremos una herramienta con la que podremos conectarnos con el significado y cuando lleguemos a esa etapa, podremos buscar activamente la fuente y sabremos lo que quiere de nosotros, lo que esperamos de ella, por qué el significado de la vida solo es atraer y adherirnos a la fuente de la vida. En ese punto, realmente comenzaremos a absorberlo y a comprenderlo.

La búsqueda del significado de la vida es el camino hacia la eternidad y la eternidad es el estado de acercamiento constante a la fuente de la vida, es aferrarnos, obstinarse y adherirnos cada vez más a ella.

 

“¿Cómo lidiar con las emociones negativas?”

Las emociones negativas despiertan en nosotros, primero para señalar que tenemos que avanzar a un lugar mejor. Ese lugar es un cambio esencial en las conexiones humanas, que en última instancia, se reduce a relaciones mutuas de amor.

Actualmente no sabemos qué es ese amor. Amor es sentir lo que beneficia a los demás, tratar de hacerlo y que ellos traten de hacer lo mismo por nosotros.

En general, cuando surgen emociones negativas, tratamos de escapar de ese sentimiento. Pero, ese enfoque no nos permite ver el cambio positivo que las emociones negativas nos invitan a hacer.

Para no escapar de las emociones negativas y cambiarlas a positivas, necesitamos saber qué relaciones debemos tener en este mundo, porque tiene que lograr equilibrio con el gran sistema de la naturaleza que nos controla. Precisamente ese sistema despierta en nosotros emociones negativas para que nos adaptemos a él, lo abramos y lo revelemos.

¿Cómo nos lleva el desarrollo de conexiones humanas positivas, al gran sistema de la naturaleza? La naturaleza está interconectada y es interdependiente como un solo sistema, ​​sus subsistemas están sincronizados y se apoyan mutuamente. Por eso, desarrollar relaciones de amor mutuo “hace clic” en nosotros para equilibrarnos a nivel humano con la interconexión e interdependencia de la naturaleza, así sabremos que somos parte de la naturaleza.

 

“¿Cuál es la solución a la violencia armada, sin dañar la libertad de los propietarios de armas?”

Primero, creo que no es realista desarmar a cientos de millones de personas. La solución a la violencia armada es educación. Incluso si se tuviera el poder de confiscar por la fuerza las armas, la violencia armada seguiría siendo un problema. La gente que busca armas encuentra formas de conseguirlas.

No hay solución a la violencia armada, excepto, educación gradual y sistemática de la sociedad. Nosotros, como sociedad debemos entender que, matar a otros es malo. Aunque el mensaje ya se entiende ampliamente, está en el corazón de las principales religiones y prácticas espirituales y se dice una y otra vez en una variedad de formas, no obstante, vemos que la violencia armada, cada día es un problema mayor. La razón por la que la violencia armada empeora es el continuo crecimiento del ego humano, donde el deseo de beneficio propio a expensas de los demás, prolifera de muchas formas en la sociedad, algunas personas toman sus armas para devolver el fuego a esta sociedad de egoístas, aparentemente despreciable.

Por eso, no veo otra solución que una educación universal y seria, que comience desde una edad temprana y siga a lo largo de la vida. Esa educación debe llevarnos a un estado en el que no haya lugar para la violencia. Cualquiera que levante la mano contra otro debe ser castigado y entender que no debe ejercer poder sobre la vida de los demás. Siempre debemos relacionarnos con los demás considerada y responsablemente y predicar con el ejemplo. Nadie tiene derecho a recurrir a la violencia. Simplemente no son nuestros derechos. Es decir, no debemos actuar en contra del deseo de nadie. Es cierto que se ha enseñado ese principio a lo largo de la historia, pero vemos que hay palabras y después hay gente que hace todo lo contrario.

Lo que falta en la educación para que esos principios se asienten en la conciencia de la sociedad, es la fuerza positiva de la naturaleza, es decir, la fuerza de amor, entrega y conexión, que precede y engendra nuestra existencia. Realmente podemos internalizar el principio de no hacer daño a los demás, al atraer esa fuerza a nuestra vida. Por eso, desde la niñez, debemos enseñar los principios de consideración, cuidado, apoyo y aliento mutuo, en otras palabras, «Ama a tu prójimo como a ti mismo», a todos sin excepción. Además, esa educación debe ser regular, diaria y a escala nacional, en todos los sistemas educativos y medios involucrados en educar y promover principios. Así seríamos testigos de una disminución dramática de la violencia armada, pues una educación así, tendría un impacto positivo y duradero.

Si se estableciera ese proceso educativo en la sociedad, atraeremos a nuestra vida la fuerza positiva que existe en la naturaleza y tendríamos una percepción y sensación más claras de quiénes somos realmente, qué sucede a nuestro alrededor, qué causa nuestro sufrimiento y problemas y hacia dónde vamos.

Una educación así está más allá de lo que normalmente pensamos de la educación. Es decir, incluye enseñanza de principios en escuelas, colegios y universidades, pero además, requiere que: creadores de medios, cineastas, presentadores de programas, creadores de series de televisión, periodistas y escritores lo adopten. Todas las influencias sociales y ambientales deben centrarse en comunicar mensajes que nos lleven a tener felicidad, paz y armonía. De lo contrario, el ego, el deseo de disfrutar a expensas de los demás y de la naturaleza, seguirá conjurando formas que le convienen y nos traerá tragedias y al callejón sin salida al que nos conduce nuestro enfoque actual.

Por eso, si organizamos la educación, la compleja red de influencia social y mediática, para crear una sociedad de miembros mutuamente considerados, responsables, solidarios y alentadores, la forma en la que hablamos, nos comunicamos y pensamos cambiará positivamente. Como mínimo, cesarían las tragedias extremas de violencia armada, porque no habría lugar para acciones así en una sociedad que incrementó su conciencia de la importancia de superar los impulsos egoístas humanos básicos, para conectarse positivamente. Es decir, el deseo de violencia con armas de fuego en una sociedad así, simplemente no existirá. La educación en sí, haría crecer el entendimiento común y el sentimiento de evitr la violencia armada, porque va en contra de lo que se valora.

 

“¿Por qué la crisis acerca a la gente?”

Recientemente recibí una carta de una señora que explicaba que ella y su esposo tuvieron que mudarse a su sótano después de que destruyeron su casa, como resultado, se sintieron liberados. En sus palabras, escribió que “el cuidado de los demás suplantó todos los pensamientos sobre uno mismo”, y continuó preguntando cómo sucede eso, solicitando una explicación.

De hecho, albergamos una cualidad interna para tratar de escapar del sufrimiento, del miedo, del odio y de otros estados negativos gracias a nuestro deseo de sentirnos bien. Como resultado, de repente vemos que nos preocupamos por los demás y nos damos cuenta de que es agradable estar juntos.

Los estados de crisis nos hacen perder la sensación de satisfacción corporal que solemos buscar en el dinero, el honor, el control y el conocimiento y solo nos queda la satisfacción espiritual, donde nos realizamos ayudando a los demás, y sentimos que no necesitamos nada más en nuestras vidas. Es un estado espiritual que surge del sufrimiento.

Sin embargo, el estado en el que la crisis y el sufrimiento acercan a la gente y sentimos satisfacción al preocuparnos por los demás para huir de los problemas, es un estado espiritual elemental. Después, nos preocuparemos por los demás solo porque tenemos esa oportunidad y sentimos que es nuestra misión hacerlo: sentimos un fuerte impulso de comunicar la necesidad de aumentar el cuidado mutuo en todo el mundo y eso nos acerca y nos vitaliza con nuevas y elevadas sensaciones de armonía, alegría y paz. En otras palabras, en tiempos de crisis podemos aprender que, preocuparnos por los demás y acercarnos, es un placer especial que antes no comprendíamos, pero si por voluntad nos unimos y aumentamos el cuidado mutuo en la sociedad, aliviaríamos la necesidad de que las crisis nos obliguen a entenderlo. Así, lograríamos mayores estados de plenitud, paz y armonía y atraeríamos las fuerzas positivas de la naturaleza.

 

Basado en «¿Somos conscientes como sociedad que necesitamos un cambio?» con el Cabalista Dr Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista. Dr Michael Laitman.

 

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