El deseo de recibir crecerá, y el deseo de otorgar crecerá por encima de él

La creación creada inicialmente por el Creador era muy pequeña. Pero cuando continuó desarrollándose y creciendo, manifestó un deseo de llegar a ser como el Creador, que no era propio. Esto depende del Creador y se llama el punto en el corazón.

Este punto crece gradualmente, lo que provoca el crecimiento del deseo egoísta. Así es como nos desarrollamos hasta un estado llamado 13 años, 20 años, es decir, años nominales de nuestro desarrollo.

Así, llegamos a un estado de querer a toda costa alejarnos de nuestro deseo egoísta original, que ya sentimos como opuesto al Creador.

Queremos ser como Él, es decir, cambiar nuestro deseo egoísta de recibir. Pero no podemos cambiarlo porque así lo hizo el Creador. Entonces, ¿qué podemos añadirle? La intención de otorgar.

Esta es nuestra tarea: recibir del Creador la cualidad de otorgamiento, que se sentirá en nosotros como una intención de otorgar. Es como si recibiéramos la huella del Creador en nosotros. Nuestros deseos permanecen, pero serán gobernados por la intención de otorgar.

Esta intención, desde cero, llamada la restricción (Tzimtzum) del deseo de recibir, continuará desarrollándose. El deseo de recibir crecerá, y el deseo de otorgar crecerá por encima de él.

Así, en nuestra naturaleza, en el deseo de recibir, seremos capaces de crecer siempre en semejanza con el Creador ya que nuestra intención estará dirigida hacia el otorgamiento. En otras palabras, continuaremos desarrollándonos como criaturas en el deseo de recibir y como similares al Creador en la intención de otorgar.

Este es el proceso de nuestro desarrollo hasta que podamos revestir todos los deseos egoístas que surgen en nosotros en una intención de otorgamiento. Este es el camino que debemos recorrer.

Actualmente, estamos empezando a hacerlo de forma gradual. Lo más importante es que cada uno de nosotros esté dispuesto a ayudar al otro. Porque, de hecho, esto es lo que es la construcción de uno mismo a semejanza del Creador. Ayudando a los demás, nos construimos a semejanza del Creador. No es como en nuestro mundo egoísta. Por el contrario, el otorgamiento mutuo, la ayuda mutua en la espiritualidad es su propia estructura.

 

Saber más sobre  ¿Qué es otorgar en intención?

 

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