Recibí un correo electrónico el 18 de diciembre 2008: Le estoy escribiendo porque me encuentro desesperado, aunque me siento culpable por quitarle su tiempo. He estado profundamente deprimido desde hace un mucho tiempo y lo único que puedo sentir es un vacío y falta de deseos de vivir. No siento nada más.
Escucho las lecciones día con día, pero aunque de pronto escucho y entiendo algo, al instante desaparece antes de que siquiera pueda recordar o experimentarlo. Participo en los proyectos de diseminación de Bnei Baruch, pero no me da fortaleza. Me estoy derrumbando rápidamente. Todos están pensando en la crisis y cómo salir de ella pero yo ni siquiera puedo salir de la mía propia. Todo lo que puedo sentir es un dolor y un resentimiento insoportables. No sé qué hacer. Le ruego me conteste por medio de su blog.
Mi respuesta: Las dos fuerzas activas en la creación son la Luz y el deseo: todo lo que existe está compuesto sólo de estas dos (fuerzas). Ellas interactúan de tal forma que algunas veces es la Luz que domina y algunas veces el deseo. Sentimos la alternancia entre ellas como el contraste de alegría/plenitud y amargura/vacío.
Puesto que no puede usted salir de su depresión, el consejo que puedo darle es ahondar en ella aún más de lo que realmente es: artificialmente empújese a experimentar mayor auto-denigración, sentimientos de ira, resentimiento y culpa. De esta forma, rebajándose con toda su fuerza, va usted a tomar control de su depresión: descubrirá cuan artificiales son sus sensaciones, cuanto dependen estas de su perspectiva subjetiva. Entonces, desde en el fondo de su descenso, va a experimentar alegría y Luz.
Material relacionado:
Tu único punto de libertad es tu reacción al Creador
Aprender a comprender al Creador es la clave de la felicidad