Pregunta: ¿Cómo podemos respetar a los hombres y apoyarlos a lo largo del camino espiritual si son perezosos y tienen miedo de trabajar con su egoísmo?
Respuesta: No es miedo al trabajo ni pereza, sino un tipo especial de resistencia que el hombre siente después de la destrucción de la vasija general. El rompimiento se produjo como resultado del pecado del Árbol del Conocimiento, es decir como resultado de la incorporación de la parte femenina.
El anhelo por espiritualidad de la mujer es mucho mayor que el del hombre, pero no significa que debamos juzgar al hombre desfavorablemente por no tener el mismo anhelo.
Todos los deseos, todos los anhelos, todas las condiciones, los sucesos externos e internos, viene de arriba, del Creador y si una persona está en un estado en el que lo único que le interesa es el partido de fútbol y una cerveza, no hay razón para tratarlo con menos respeto que a una persona que anhela la sabiduría de la Cabalá con todas sus fuerzas.
Los dos estados son dados por el Creador y si el Creador le da al aficionado al fútbol el mismo deseo que al que anhela la sabiduría de la Cabalá, no se sabe cómo pudiera hacerle frente y cumplir ese deseo; de hecho, podría ser mucho mejor. No tenemos derecho a juzgar ni a clasificar a la gente.
Debemos ligar todo lo que sucede al Creador y tenemos que relacionarnos con todos por igual, porque si no lo hacemos, estamos usando nuestro ego y queremos cambiar a la gente.
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De la lección de Cabalá en ruso 26/jun/16
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