El habla tiene virtudes: 1 – Actúa contra la voluntad del Propietario. 2 – No está confinado a sus contemporáneos como el vegetativo, lo que significa que es independiente del entorno. 3 – También siente a los demás y, por lo tanto, puede cuidarlos y complementarlos (Baal HaSulam, Shamati 115 «Inerte, Vegetal, Animal y Hablante»).
Actuar en contra de los deseos del maestro significa actuar en contra de la naturaleza que el Creador ha puesto en nosotros.
El dueño, es decir, la naturaleza, el Creador, requiere una cosa de nosotros, y nosotros elegimos un nivel más alto. Vamos en contra del Creador porque no queremos obedecer nuestra naturaleza egoísta. Queremos estar por encima de ella.
Pregunta:
¿Cómo elige un cabalista si ahora va en contra de la voluntad del maestro o de la voluntad de la sociedad?
Respuesta:
Depende de la percepción que cada uno tenga de su vida. Eso ya se percibe en una planta, en un animal, y más aún a nivel del habla.
Para pasar del nivel hablante al nivel humano, debemos pasar por todos los niveles anteriores: inanimado, vegetativo, animado y hablante. Y entonces alcanzaremos un sentido completo de la naturaleza y, en consecuencia, del Creador en el que todos nos encontramos.
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