Pregunta:
Los principiantes que estudian Cabalá tienen que pasar por una gran cantidad de estados diferentes. ¿Hay algún tipo de salvaguarda que pueda suavizar un poco este proceso?
Respuesta:
Cuando una persona viene a nosotros, él mismo comienza a hurgar en el material. No importa si hablas o no; de todos modos él no oye.
Se puede escuchar cuando se enciende desde adentro. Pero si él no se sintoniza internamente con tu onda, no importa cuánto hables, no te escuchará. Esta es una verdad conocida para nosotros. Estamos abiertos a todos.
Llega una persona, empieza a ordenar, llena, sale y se acerca; está conmocionado internamente, comienza a investigar y rastrea dentro de sí mismo.
Debe pasar pruebas internas. ¿Es para mí o no, por qué y para qué? Hace comparaciones, análisis y síntesis de todo tipo de conocimiento y comprensión. Al mismo tiempo, necesita comprender su sistema interno de percepción de la realidad, la percepción de lo material, en qué medida es objetivo o no, cómo ser lo más objetivo posible para acercarse a la verdad que está fuera de nosotros etc. Es decir, aquí una persona sigue su propio camino y no podemos interferir en su trabajo interior, no tenemos ningún derecho.
Vemos cómo estudia la gente: unos se van, otros vienen, decenas y centenas. No tienes derecho a decirle nada a nadie; solo quieres que entiendan lo más correctamente posible dónde están. Que se vayan más tarde, tal vez todavía no sea para ellos.
En principio, la Cabalá está destinada a un número muy limitado de personas en el mundo. Y el resto llegará en masa a un objetivo común, incluso los que han venido y se han ido.
Este no es un método alentado por el egoísmo. Por lo tanto, solo las personas que pueden renacer en un ser completamente diferente pueden permanecer aquí. De hecho, un cabalista es un ser de un mundo diferente.
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