Pregunta: ¿Cómo compruebo yo los esfuerzos en el grupo, deberían estos verificarse? Resulta que mis propias sensaciones me engañan, ¿no es cierto?
Respuesta: Eso no importa. Nosotros todavía tenemos que tomar estas sensaciones, tomar nuestras mentes y trabajarlas, y ¡de nuevo en dualidad! Este es nuestro problema.
Por otro lado, los amigos aparecen ante mis ojos para que yo lo vea a cada uno modificado o reemplazado, a mí mismo también.
Y por otro lado, todo proviene del Creador; Él deliberadamente nos da el estado desde el cual nosotros podemos llegar a la conclusión que éste es perfecto porque proviene de Él. Y desde el estado de dualidad, de confusión, de incomprensión y de conflicto, nosotros de repente empezamos identificarlo a Él.
Nosotros obtenemos un substrato, una base sobre la cual podemos sentir esto. El fundamento debería ser diferente, sembrado con toda clase de espinas. Es entonces cuando nosotros tenemos una gran cantidad de sensaciones, propiedades, diversas definiciones opuestas. Y luego Él se siente. De lo contrario, nosotros no podemos sentir la Luz.
A pesar del hecho de que nosotros estamos en ella, aún no tenemos un contraste entre «Él» y «yo». Eso se debe a que nosotros estamos construyendo un nuevo órgano sensorial.
Pregunta: Es decir, ¿yo los observo a ambos, tanto individualmente como desde el estado del grupo?
Respuesta: Sí. Nosotros debemos estar constantemente en los dos estados y analizar qué está sucediendo desde dos puntos del observador.
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De la Convención en Novosibirsk del 8 de Diciembre del 2012, Lección 3
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