El derecho a servir a los amigos

¿Cómo tenemos éxito en el camino espiritual? No hay otro medio excepto una unificación más grande. Debemos darle a la unidad la más alta importancia y verla cómo el único medio.

Sabemos que nuestra elección yace solamente en ser reforzados por y unificados con el entorno. Exaltamos el entorno a nuestros ojos y nos suprimimos ante los amigos y la meta. Cada acción tiene que estar aterrizada en la intención: ¿Porqué estoy haciendo esto? ¿Cuán grande es mi esfuerzo de unirme con los amigos? ¿Estamos creando el Kli (vasija), el lugar donde la Luz será revelada? En verdad, al asistir al grupo en este esfuerzo, implementamos el principio, “Haremos, y escucharemos.” Podemos hacerlo. Tal vez no queremos, y tal vez nos sentimos abrumados por ello, pero aun así podemos otorgar sonrisas y obsequios unos a otros, ser corteses, y participar en la causa colectiva, incluso sin el deseo de hacerlo.

Organizamos todo nosotros mismos, incluyendo las Convenciones. Incluso si tuviéramos recursos ilimitados, arreglos ilimitados, aun así estaríamos haciendo todo nosotros mismos. En este caso, lo que importa es el esfuerzo colectivo, y de hecho, personas de todo el mundo están llegando para trabajar juntas. Sólo este tipo de preparación nos traerá éxito.

Esto es lo que ofrecemos como nuestros “obsequios,” donde juntos preparamos todo lo necesario, sin depender de nadie o desear delegar nuestra participación a personas de fuera. Esta oportunidad es tan importante para llegar a la unidad interna por medio del trabajo externo,  que no le concedemos ni cedemos nada que podamos hacer nosotros a nadie. Después de todo, este es el medio para lograr nuestra unidad.

En los últimos dos días antes que la Convención Mundial de Cabalá comience, se nos ha entregado una oportunidad de servir el uno al otro. No pierdan esta oportunidad, ya que el éxito de la empresa por entero depende y está basado en ello. Esta es la unificación real, porque así es como “compro” a los amigos. Hago un esfuerzo por ellos y ellos hacen lo mismo por mí, y juntos elevamos al Kli colectivo.

[26159 – De la lección de la carta de Rabash del 07.11.2010]

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