Todos los deseos de nuestro mundo han completado su desarrollo y en adelante no va a desarrollarse nada más. Nuestro mundo ha llegado a un alto total. Todos nuestros deseos corporales de comida, sexo y familia, así como nuestros deseos sociales de riqueza, fama, poder y conocimiento, se encuentran en crisis, es decir, llegaron a la etapa final de su desarrollo y están mutando a formas distorsionadas.
Por consiguiente, el egoísmo no puede desarrollarse más en nuestro mundo y ahora comienza a unirnos y nos hace sentir completamente interdependientes. A partir de ahora, comenzaremos a sentir esta conexión cada vez más, incluso si las naciones y las personas intentaran aislarse entre sí.
A la larga llegaremos a la sensación de una conexión completa y total que nos obligará a amar a los demás como a nosotros mismos.
Descubriremos entonces que esta es la solución de todos nuestros problemas.
(Extracto de la segunda lección del congreso, correspondiente al 23 de octubre de 2009)
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