Recibí una pregunta: Le he escuchado decir que la meta de la crisis es llevar a la humanidad a un nivel en donde cada persona reciba lo que necesita e invierta el resto en la sociedad (como lo hacen las células de un organismo). Mi pregunta es: ¿por qué es tan especial esa conexión entre las personas? ¿Por qué el Creador desea que la alcancemos?
Mi respuesta: Porque entonces, en lugar de sencillamente perseguir las satisfacciones vacías e ilusorias de este mundo, concientemente vamos a recibir tan sólo lo que necesitemos para nuestra existencia física. Y toda nuestra existencia estará dedicada únicamente para beneficiar a los demás. Al implementar este principio, nos volveremos semejantes al Creador y por consiguiente nos experimentaremos como Él lo hace: Eterno y Perfecto. ¡Eso es lo especial de tal existencia!
Por «necesidades» quiero decir la clase de plenitud en la que ya no deseo nada más. Lo que es más, gustosamente también me quitaría esto de encima, pero no puedo, porque fui creado como un ser que consume. La meta es alcanzar un estado en donde nuestra plenitud entera no provenga de la recepción sino del otorgamiento. Entonces, uno percibe la vida de la creación entera: el organismo eterno del alma única, Adam. En este caso, la conexión que surge entre las personas le permite al individuo percibir más allá de esta conexión, experimentar un nuevo atributo: la Luz Superior que lo creó, el Creador. Este estado constituye la meta de la creación. Es perfecto y es por eso que el Creador desea que lo alcancemos.
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