El verdadero placer proviene del otorgamiento

laitman_2009-07-30_1973_usEl Creador quiere que la creación se vuelva semejante a Él: quiere que sea igual de eterna y perfecta. Por lo tanto, por medio de una explosión, Él implanta su atributo de otorgamiento en la cualidad de recibir de la creación. Debido a este rompimiento en el Mundo Superior, nosotros nacimos como pequeños egoístas en nuestro mundo.  Pero en el proceso de nuestro desarrollo, el atributo de otorgamiento empieza a revelarse dentro de nosotros.

Precisamente en nuestra generación cuando nosotros como humanidad hemos  alcanzado el máximo nivel del egoísmo, estamos descubriendo su vacío. Por esta razón tantas personas están deprimidas. Pero, de pronto, justamente en esta situación, como un rayo de luz que penetra en el reino de la oscuridad, ¡descubrimos la entrada al Mundo Superior!

Un nuevo deseo nos atrae sin saber adonde y nos da esperanzas. En nuestra generación muchas personas ya sienten este suplemento a su egoísmo habitual que se ha venido desarrollando durante muchos milenios.

En las generaciones anteriores, esta pequeña chispa llamada “el punto en el corazón”, el brote de la intención altruista, se despertaba en una persona elegida, especial, que se convertía en cabalista. Sin embargo, en nuestra época ya hay millones de personas que sienten que se despierta en ellos esta nueva cualidad que los empuja hacia adelante y exige su realización igual que antes nos empujaba el egoísmo. Pero, el egoísmo ya  no ve en este mundo algo que valga la pena perseguir.

Este nuevo deseo empieza con la pregunta: “¿Cuál es el propósito de mi vida?” Sentimos el vacío y vemos que ya no es posible recibir el placer egoísta.  No obstante, hay otro aspecto de esta pregunta;  “¿De qué puedo recibir placer?”  Su realización opuesta es: “¿A quien puedo dar placer?” En este momento la persona empieza a sentir  la necesidad de otorgar, siente que puede encontrar así el verdadero llenado.

(Extracto de la Preparación de la lección el 30 de octubre 2009)

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