En las etapas, durante las cuales avanzamos, no debemos pensar mucho. El buen entendimiento y sentimiento del material lo consideramos como un alcance. Pero no es cierto. Hay personas más sensibles, hay personas más racionales, inteligentes. Pero también hay personas limitadas en ambas cosas. Pero aprendemos no con ayuda de la mente. Y en absoluto la persona sensible obligatoriamente recibe impresiones correctas y avanza.
El avance absolutamente no depende de hasta cuándo comprendo y siento el material. El avance depende sólo de los esfuerzos. Está escrito: “Se esforzó y encontró”. No existen comprobaciones como en nuestro mundo: has pasado un examen, has sentido algo o no, has ejecutado algunos actos, has logrado o no.
¡No existen ningunas pruebas! Olviden todos los enfoques que existen en nuestro mundo. Todo esto no vale nada. En lo espiritual, sólo cuentan los esfuerzos. ¿Verdaderamente te entregas en forma total? Entonces, ya está hecho. Según esto, estás avanzando. No hay nada más. No se tiene en cuenta nada más. Cuantas sensaciones buenas o malas has recibido, cuantos golpes has sentido: todo esto no dice nada.
Por eso, en cada momento sólo debemos pensar sobre los esfuerzos: hasta cuánto puedo esforzarme en conectar con el Creador a través del grupo. Esto es el otorgamiento en su estado puro.
(Extracto de la lección sobre El libro del Zohar, correspondiente al 05 de febrero 2010)