Recibí una pregunta: ¿No entiendo qué hay de malo en la globalización? Recibí un pastel que me enviaron a Estados Unidos desde Italia -el mundo entero es una aldea y ¿eso no está bien? ¿Qué hay de malo en el ejemplo del pastel?
Mi respuesta: Es un ejemplo sobre cómo la humanidad realiza sus cálculos basándose en el beneficio privado de cada individuo, sin preocuparse del resto de la Naturaleza. Obviamente, este cálculo está equivocado, pues no puede ser que la mitad de la humanidad engulla pastel traído del otro lado del océano, mientras que la otra mitad se muere de hambre, sin poder llevarse a la boca pan enmohecido. Si estamos hablando sobre equilibrio universal, igualdad y unidad, entonces cada persona debe recibir sólo lo que necesita para vivir.
En primer lugar, sin embargo, necesitamos revelar la Naturaleza en el nivel global y Superior, la fuerza universal que conduce a la Naturaleza. Debemos descubrir cómo es que formamos parte de Ella, cómo nos permea y cuán conectados están a Ella nuestros pensamientos y deseos. Cada uno de nosotros es como un transistor dentro de un circuito electrónico gigante. Estamos conectados en él. Si cada uno de nosotros siente que está al interior de la Naturaleza, al interior del Creador, entonces podemos realizar los cálculos correctos.
En otras palabras, cada persona debe sentir primero el deseo de aprender, cómo unirse con el Creador y con el universo entero para poder hacer cálculos apropiados. Primero está la adhesión, tras eso realizar cálculos, y sólo después, vendrá la acción. Por lo tanto, ante todo tenemos que escuchar y aprender. Ya hemos hecho bastante daño actuando sin calcular apropiadamente.
Material relacionado:
El negocio perfecto
La humanidad entra ingresando a una nueva etapa
Tu único punto de libertad es tu reacción al Creador