Recibí una pregunta: En una publicación anterior en su blog usted escribió, «Todo lo relacionado a los deseos corporales (como comida, sexo y familia) que exceda las necesidades normales es superfluo. Por lo tanto es perjudicial para el cuerpo y para el alma así como para toda la naturaleza circundante y desequilibra al hombre en su relación con la naturaleza. Estos excesos aparecen generalmente bajo la influencia de la sociedad. Además de los deseos corporales, hay otros deseos que surgen en el hombre porque vive en una sociedad. Si viviera aislado en los bosques, entonces estos deseos nunca surgirían en él. Existen los deseos por riqueza, fama, poder y conocimiento.»
¿Pero, que pasa con los deseos del hombre por la belleza y las artes? ¿Ocuparse en las artes también es perjudicial? ¿Y si no existe nada espiritual en este mundo, cómo explica usted las obras maestras de arte?
Mi respuesta: Todo lo que el hombre crea en nuestro mundo viene de su deseo, ya sea físico (comida, sexo y familia) o social (riqueza, gloria, poder y conocimiento). El arte proviene del deseo del hombre por expresarse, o en otras palabras, por el deseo de gloria, de sobresalir, probar algo (aunque no sea sino a sí mismo), expresar su manera de ver las cosas, etc.