“Hacer la guerra y cumplir la Mitzvá elegida debe realizarse en un lugar donde se permite, ya que el acto es una cuestión de permiso. Por lo tanto, incluso si uno falla, el pecado no será tan grande. Por eso se considera cercano a la recompensa, ya que si gana la guerra, traerá una nueva autoridad bajo la Kedusha [santidad]” (Baal HaSulam, Shamati 142, “La Esencia de la Guerra”).
En primer lugar, considerar si debemos luchar contra nuestra inclinación al mal, que nos empuja a la guerra, contra las condiciones de la guerra o no luchar en absoluto. Por lo tanto, aquí la guerra es por elección.
Se dice que si una persona gana la guerra contra la inclinación al mal, hará una nueva elección en santidad, con esto fortalecerá la fuerza del otorgamiento, del amor y la conexión entre las partes del Kli común y por lo tanto esta es la elección correcta.
Pregunta:
Empezar a luchar con tu egoísmo es esencialmente lo mismo que luchar con el Creador. ¿Cómo puede una persona hacer tal cosa, sabiendo que el Creador está detrás de todo y que solo podrá ganar si Él así lo desea?
Respuesta:
Sí, pero lo principal para nosotros es mostrar dónde estamos. Si esto es una guerra, es decir, todo tipo de contradicciones, entonces elegimos la parte más cercana al Creador para apoyarlo. Trabajar con el Creador debe ser tal que hagamos todo lo que depende de nosotros y luego le pidamos que nos dé la fuerza para ganar esta guerra.
Entender firmemente qué es la inclinación al mal para no cometer errores y tratar de exigir apoyo al Creador para que nos dirija, darnos cuenta de qué es el egoísmo y cómo podemos vencerlo.
Estamos obligados a sopesar seriamente lo que tenemos delante, a tomar una decisión y cuando sepamos la respuesta y la decisión correcta, haremos la corrección.
Pregunta
¿Y cuál es nuestra arma más importante con la inclinación al mal?
Respuesta:
Conexión. Solo conexión.
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