Pregunta: Consideremos la acción de unificación tanto en el contexto corporal como en el espiritual. Supongamos que, en el plano corporal, las personas realizan algún tipo de acción común, pero al mismo tiempo no sienten ninguna conexión profunda. ¿Y qué ocurre paralelamente en la siguiente parte, aunque no sientan nada?
Respuesta: El hecho es que hay un volumen cuando incluyo a una persona, hay un volumen interior cuando me incluye, y hay un volumen común entre nosotros, ¡un tercero! Por ejemplo: había dos círculos y ahora se superponen formando una parte común entre ellos.
Esta parte común es un Kli espiritual, un volumen espiritual, porque cada uno de nosotros se ha anulado en él en relación con el otro y siente al otro en vez de a sí mismo o por encima de sí mismo. Al reprimir sus deseos, cada uno da al otro un lugar en sí mismo.
Este espacio común mutuo es nuestro componente, nuestra descendencia, nuestro hijo espiritual. ¡Esto se llama una vasija espiritual! En esta, comenzamos a revelar la fuerza superior, el Creador, porque es en este volumen que somos similares a Él.
Pregunta: A veces sucede que las personas juegan a actuar como si fuera por el bien de la concesión y como si cumplieran los deseos de los demás. ¿Es realmente así?
Respuesta: No sé si esto es cierto o no, pero también es útil. Cualquier juego en el que te pongas del lado de otra persona -no importa qué sea ni cómo lo hagas- da vida. Como una madre que cuida de un hijo, y por eso lo da a luz y lo cría.
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