Debes asignar una intención a cada una de tus acciones: Por qué hago esto, para qué, con quién, etc. Y entonces tendrás una acción cumplida, como se dice: “el mandamiento sin intención es como un cuerpo sin alma”.
Pregunta:
¿Qué debería sentir por esto? ¿Cuál es el resultado esperado?
Respuesta:
Esperar el resultado del Creador.
No debemos pensar en qué estado nos encontramos, sino en qué estado quiere el Creador que estemos. Esta es la intención correcta, y actuarás en consecuencia basándote en esto.