Recibí una pregunta: Si el propósito de la Naturaleza es llevar al hombre al reconocimiento del gobierno superior, entonces ¿cuál sería el propósito de la crisis que está conduciendo al estado opuesto, a una total falta de control y pérdida de poder sobre todos los sistemas sociales y la vida personal de cada persona? ¿Cómo nos podría esto acercar al reconocimiento del gobierno general, si todo lo que ocurre es justamente lo opuesto?
Mi respuesta: ¿De qué otra forma podría ocurrir? La gente está perdiendo control de sus finanzas, el poder de sus ejércitos y tropas y absolutamente todo lo demás. Los padres han perdido el control de sus hijos y los maestros de sus estudiantes. La gente ha perdido el control sobre sus familias y hasta de sus instintos. ¡Tan sólo vea lo que pasa en el mundo! Hemos distorsionado todo: sufrimos de desórdenes mentales, nos hemos apartado de la forma natural de sexo, hemos desarrollado adicciones a las drogas y la gente toma su propia vida, etc. ¡Mire lo que pasa en el mundo! ¿Entonces, de qué se trata todo esto?
Es la forma en que la Naturaleza nos muestra que el mundo está perdiendo control de sí mismo. Aunque queramos establecer relaciones entre nosotros porque nos damos cuenta que podemos lograr algo positivo a través de ello, encontraremos que somos incapaces de hacerlo. Cada quien se aferrará a su situación y nadie buscará una conexión con los demás. Aunque nos digan, «¡Pero, es que vas a perecer si actúas así!», nos encontraremos totalmente indefensos y contestaremos, «¡Pero, no puedo actuar de otra manera!» Cada persona sentirá cuán débil es con respecto a su propia naturaleza. En otras palabras, esto es necesario para revelar el mal dentro de nosotros.
La gente tendrá que revelar la ciencia de la Cabalá: el programa de la Naturaleza y el método de corrección. La Naturaleza nos forzará a ello por el camino de un inmenso e inimaginable sufrimiento, o podemos ahorrarnos estos dolores aceptando de los cabalistas lo que ahora revelan al mundo.
(Tomado de la lección sobre el artículo de Baal HaSulam, Un Precepto, impartida el 10 de marzo del 2009)