Recibí una pregunta: Usted ha dicho que la crisis puede provocar que la gente se pregunte sobre el propósito de su vida. ¿Pero una persona normal, que tiene absolutamente todo pero de cualquier forma se siente inquieta, puede hacerse la misma pregunta?
Mi respuesta: Nosotros no conocemos «los caminos del Creador». La crisis de hoy en día es sólo un susto leve. La verdadera crisis está por llegar. Debe todavía manifestarse de diferentes maneras que no guardan relación con el dinero. El problema con el dinero no es sino un inconveniente menor. Después de todo no presenta una amenaza mortal real, sin sencillamente una ausencia de seguridad y comida que posiblemente puede arreglarse. No es la clase de situación que se cierne sobre uno como un monstruo temible listo para devorarlo completamente.
Hasta ahora, el estado que se nos está revelando no es aparentemente la Fuerza Superior contra la cual nada podemos hacer. Pensamos que todavía podemos rectificar nuestra existencia. Después de todo, el sistema financiero es artificial y pensamos que somos capaces de manejar el colapso. Por lo tanto, realmente no puede decirse que sea un golpe.
El golpe que llegará será «el dedo de Dios», como los sabios del Faraón alguna vez lo llamaron. Esto es cuando la gente percibirá que lo que ocurre no es accidental, que todos los golpes tienen un propósito. Y esto será el principio de la revelación del Creador a la gente de todas las naciones. Las personas empezarán a percibir todo como parte de un proceso natural que no puede resolverse por medios artificiales.
Por lo tanto, la crisis de hoy en día no es real. Sin embargo, nosotros en Bnei Baruj todavía intentamos utilizarlo como un ejemplo que nos ayude a explicar que la humanidad ha entrado en un nuevo período de evolución.
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