En las noticias (de The Guardian): «Bomba en el panal» «Si las abejas llegaran a desaparecer de la superficie del planeta, entonces al hombre le quedarían solamente cuatro años de vida. No habría más polinización, más plantas, más animales y no más hombre». Eso es lo que al parecer dijo Einstein… y la sensación todavía resuena. Una tercera parte de lo que comemos y vestimos depende de la polinización de las abejas, sin embargo están muriendo en los cuatro rincones del mundo a un ritmo devastador. En 2007 de pronto llegó hasta los titulares el «desorden del colapso de la colonia» que padecen las abejas. Teorías fantasiosas sobre «el SIDA de abejas» y lo que las sustentaban iban desde un complot de Al-Qaeda y radiaciones provenientes de las antenas de teléfonos móviles, hasta la intervención divina bajo la forma de «rapto de las abejas».
Mi comentario: El desequilibrio en la Naturaleza es el resultado del continuo crecimiento del egoísmo del hombre y el odio entre la gente. Somos el factor más poderoso que provoca la ruptura en el equilibrio en la Naturaleza.
La razón es que entre más poderosa es una fuerza, más sutil e imperceptible resulta ser. Por lo tanto, la fuerza más poderosa e influyente en el mundo es nuestro deseo y pensamiento (corazón y mente). En consecuencia, si no estamos intentando crear una conexión armoniosa con los demás y con el mundo que nos rodea, entonces estamos haciendo el mal y rompemos el equilibrio ecológico y espiritual de la Naturaleza.
No sentimos de dónde provienen las fuerzas que nos agitan, que nos conducen al desequilibrio, pero actúan. Esto no es misticismo. De hecho el sufrimiento que sentimos es el resultado de la influencia de estas fuerzas y desgraciadamente, estos resultados se manifiestan en el plano físico.
Cada persona y la humanidad en su totalidad no pueden estar convencidas de nada a menos que claramente lo tengan frente a sus ojos. Por eso es que es tan importante que desarrollemos y diseminemos la sabiduría de la Cabalá al mundo entero, porque es la ciencia que revela al Creador, la fuerza gobernante general de la Naturaleza. Esta revelación nos convencerá de corregir nuestras relaciones y sobreviviremos.
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Permanecer en el camino actual únicamente nos acarreará mayor sufrimiento