![laitman_2009-05-27_8216_w[1]](http://laitman.es/wp-content/uploads/2009/12/laitman_2009-05-27_8216_w12.jpg "laitman_2009-05-27_8216_w[1]")
Deseamos e intentamos revelar todo dentro de nuestra materia, dentro de nuestro deseo. Y el lugar más seguro para la revelación del rompimiento es mi relación con el prójimo.
Si quieres saber lo que debes corregir y en dónde conseguir la Luz Circundante, empieza por estudiar tu relación con el prójimo y muy pronto verás que esto te repele, y que quieres evitarlo de cualquier modo; constantemente lo olvidas y no quieres saber nada de esto. Y de esta modo inmediatamente descubres el lugar en donde debe brillar la Luz para corregirlo.
La espiritualidad está aquí mismo, junto a ti. El lugar del rompimiento también se encuentra aquí. Es tan sencillo: el rompimiento está justo frente de tus ojos y puedes verlo y revelarlo ahora mismo. Pero para corregirlo, debes imaginarlo y visualizarlo de manera correcta y entender cómo tiene que ser el tú corregido. Intenta tratar a los demás con el mismo amor con el que te tratas a ti mismo, sin importar cuán repulsivo y abominable te pueda resultar. De esta forma sabrás cuánto te repele la espiritualidad, el Creador.
No obstante, bajo la influencia de la Luz Circundante empezamos a cambiar y a ver todo de un modo distinto, entendiendo cuánta grandeza, unidad, santidad se hallan en realidad encubiertas en todo esto. Pero, sin la Luz Circundante este cambio es imposible.
(Extracto de la lección sobre el Prefacio al libro del Zóhar, correspondiente al 28 de diciembre 2009.)
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