Comentario: Cuando un hombre y una mujer forman una familia, es como si un fuego ardiera dentro de ellos. Pero con el tiempo toda pareja comienza a enfriarse.
Mi respuesta: Entonces el mismo fuego los quema. Este es un sentimiento normal de la naturaleza porque el más y el menos juntos se destruyen gradualmente. La bombilla se quema; la resistencia del filamento de tungsteno, como cualquier conductor que conecta cualidades opuestas, se rompe gradualmente.
Un hombre y una mujer son dos objetos opuestos de la creación. Naturalmente, con el tiempo se cansan de complementarse correctamente. La resistencia, que es su deseo de complacer al otro, desaparece. Yo no quiero complacerla a ella y ella no quiere complacerme a mí; nos acostumbramos, nos cansamos y nos volvemos ordinarios. Y entonces todo desaparece.
Esto significa que es necesario asegurarse de que haya una conexión correcta y constante entre los dos en su relación de adición y anulación de uno mismo en relación con el otro.
¿Pero cuándo puede ocurrir? Sucede si nuestra conexión nos lleva a algo más elevado. ¿Y qué podría ser más elevado en nuestro mundo? Prefiero divorciarme; será más fácil para mí. ¿Por qué me molestaría en eso? Tendré otras mujeres, un entorno diferente; viviré y todo estará bien. Y ella también. La gente se divorcia de forma muy sencilla.
Si gracias a nuestra conexión común alcanzamos el nivel más alto, la vida eterna, un placer tal que no encontraremos juntos en la tierra, entonces vale la pena que nos toleremos, ni siquiera tolerar, sino ya apreciar.
Por lo tanto, la institución del matrimonio, que ahora se está destruyendo deliberadamente, solo puede ser restaurada con la manifestación de la meta superior.
Habrá que explicarle a la gente que estamos volviendo a ella por una razón. Esto es como cualquier rasgo malo en una persona, hay que erradicarlo completamente y luego de alguna manera traer de vuelta un poco en la realización correcta.
Aquí ocurre lo mismo. La institución del matrimonio será erradicada y la humanidad ya se dirige a la extinción. Y entonces se comprende “¡¿Por qué necesitamos esto?!” Para lograr el objetivo superior, para crear parejas de nuevo, ¡para vivir y reproducirse!
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