Comparado con otras partes de la naturaleza, el ser humano es una criatura que se eleva por encima de su lado animal y se convierte en un elemento social creando sociedad, estado y familia, para la reproducción, como los animales, sino una familia a largo plazo. Luego desarrolla la industria, la ciencia, el arte, etc. Todo lo que existe dentro de una persona son los cimientos para su elevación a un nivel espiritual a través de la conexión de sus partes internas.
¿Cómo ocurre esto? Existimos en nuestro mundo para empujar a una persona a volver al estado espiritual en el que se encontraba inicialmente. Creamos diversos sistemas de comunicación entre nosotros, como el comercio, los sistemas financieros, etc. Nos involucramos en guerras y alianzas solo para entender cómo podemos progresar.
Después de sufrir múltiples divisiones y decepciones por no poder unirnos adecuadamente, recurrimos a la Cabalá, el primero en recurrir fue Adam, hace 5,784 años. Fue el primero en revelar este sistema.
El diseño del sistema proporciona a la humanidad los medios para conectarse correctamente. Esta conexión, conocida como garantía mutua o Arvut, se puede lograr de manera similar a cómo los niveles inanimados, vegetativos y animados logran conectarse dentro de los sistemas existentes en nuestro mundo. Si estudiamos estos sistemas, veremos que funcionan según la garantía mutua. Por ejemplo, cada parte del cuerpo humano es responsable de todo el organismo. Sintiendo su responsabilidad, actúa automáticamente según sea necesario para mantener la vida fisiológica de todas las demás partes. Por eso existe el cuerpo.
Sin embargo, cuando falla la conexión entre las partes del organismo, la persona enferma inmediatamente. Y si la interconexión entre las células y los sistemas internos falla aún más, la persona muere. Lo mismo ocurre con la sociedad. Esta ley opera a todos los niveles.
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