Hemos vivido miles de vidas y ahora estamos en una reencarnación en la que por primera vez empezamos un verdadero trabajo espiritual. Por primera vez no actuamos como algo inanimado, vegetativo, o animado, sino que hacemos el trabajo personal, individual que solamente un ser humano podría realizar por su propia elección. Esta es la primera vez que sucede en toda la creación, en todas las generaciones, en todos los estados y en todas las vidas anteriores por las que hemos pasado.
Este período no es fácil de ninguna manera. Aún no entendemos que significa empezar a vivir en un mundo nuevo, adjuntar todo el mundo a nosotros, entrar a una dimensión distinta, desarrollar un nuevo deseo (Kli). Pensamos que algo debe ocurrir ahora mismo, dentro del nuestro antiguo estado egoísta. Pero, tiene que llegar una nueva realidad que se vista en nosotros; es una realidad que no esperamos, conocemos o tomamos en cuenta. Y todo esto puede suceder solamente paso a paso, con nuestro consentimiento que irá presentándose gradualmente.
Desde luego, debemos esperar en cada momento la revelación. Pero por otro lado, hay que entender que aun en nuestro mundo, en donde no experimentamos con nosotros grandes cambios, necesitamos muchos años de esfuerzos para cambiar algo y ahora estamos hablando de algo mucho más grande, cambios que debe realizar en nosotros la Luz Superior. En efecto, estamos a punto de entrar a una nueva dimensión.
La Luz siempre está lista para hacer las correcciones en nosotros. Sin embargo, debes darle esta posibilidad. Y ahí es donde generalmente tropezamos.
(Extracto de la lección sobre El Libro del Zohar correspondiente al 31 de diciembre 2009.)
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