Recibí tres preguntas sobre las características y valores de la nueva generación:
Pregunta: En los últimos años, los psicólogos han demostrado que los jóvenes tienen menor capacidad para enfocar la atención y planear y construir modelos para sus actividades futuras.
Mi respuesta: En realidad es una fase positiva de su desarrollo porque no puede haber nada negativo en la Naturaleza. Las personas tienen que atravesar por esto, puesto que todas las propiedades y atributos positivos se originan en los negativos.
Pregunta: A las personas que disfrutan los libros como yo, las están reemplazando las personas orientadas a los números, quienes tienen valores totalmente diferentes y un tipo distinto de percepción. Ya que son tan distintas a las personas como yo, muy a menudo no nos pueden escuchar o comprender. ¿Cómo podemos comunicarnos con ellos para que nos escuchen verdaderamente?
Mi respuesta: Si este cambio está ocurriendo, significa que es precisamente este tipo de personas que deben empezar a tomar consciencia y a percibir el mundo espiritual, más bien que los filósofos y otros pensadores del pasado. Las cosas podrían presentarse de manera opuesta a la que esperamos: la consciencia, lógica, capacidad de análisis y síntesis que tienen los grandes e inspirados pensadores podría de hecho resultar ser un obstáculo que les impida entrar al nuevo mundo espiritual.
Pregunta: ¿Qué manera de pensar es preferible?
Mi respuesta: Nuestros pensamientos surgen como resultado de nuestros deseos porque el deseo es la base de nuestra naturaleza. Por lo tanto, el intelecto aparece sólo dependiendo de nuestro deseo de lograr lo que sea. Si yo deseo llenarme con algo, entonces mi mente se desarrolla en ese sentido. De otra forma, no tendría yo una mente (o intelecto).
Entre más deseo alguna cosa y entre más ese deseo aspira a algo muy elevado, algo nuevo y desconocido, más se desarrolla mi mente junto con este nuevo deseo.
Cuando la Cabalá se refiere al intelecto o la mente, no está hablando sobre un razonamiento de tipo egoísta, como el que nos han entregado los filósofos, pensadores y académicos. No habla sobre el tipo de intelecto del cual las personas normalmente se sienten orgullosas, que consideran ser el aspecto humano del hombre. Este tipo de razonamiento no está presente en el hombre sino en una criatura egoísta cuya mente funciona sólo para satisfacer los deseos egoístas que están enfocados a la ciencia y los valores culturales, pero no al otorgamiento. Todos estos deseos se basan en la recepción y el egoísmo, pero no al otorgamiento.
Es por esto que todos los antiguos valores culturales y académicos gradualmente declinarán. Van a descender del alto pedestal en el que se encuentran y se les considerarán insuficientes. La gente los utilizará como una simple base para ayudarlos a alcanzar el siguiente grado espiritual.
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