La expansión de la luz, es decir, el placer mismo y su salida de nuestro deseo, hace que la vasija se disponga para su tarea. Esto significa que hasta donde no se separa la vasija de su luz, está incluida en la luz y se anula dentro de ella, como una vela ante una antorcha… Observen esto muy de cerca, porque es lo más profundo. (Baal HaSulam, “Prefacio a la sabiduría de la Cabalá”).
Es necesario tratar de saborear la luz en el deseo, para que el deseo tome la forma de la cualidad de la luz que llena esta percepción. Solo entonces será posible trabajar con el deseo de recibir esta luz, de esforzarse por conseguirla.
Pregunta:
¿Por qué Baal HaSulam escribe el “Prefacio a la sabiduría de la Cabalá” como uno de los prefacios al estudio de El Libro del Zóhar? ¿El Libro del Zóhar también habla de esto?
Respuesta:
Ciertamente. A fin de cuentas, sin el estudio de las bases y las fórmulas de cómo nuestro mundo está hecho, es imposible entender El Libro del Zóhar, en lo absoluto.
Toda la Cabalá habla de cómo la luz emana del Creador, llega a la creación y llena la creación que disfruta en esta luz.
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