Resulta que aquí hay dos autoridades, que actúan en la mencionada conducta de desarrollo: Una es la autoridad del cielo, que asegura dirigir cualquier daño y mal hacia lo bueno y útil; pero llegará en su tiempo, en su propia forma, difícil y después de un largo tiempo. Luego, existe la autoridad de la tierra, cuando el “objeto en desarrollo” es un ser viviente, que siente, que sufre tormentos y dolores terribles mientras está bajo la “presión del desarrollo”, que se abre camino sin piedad.
La “autoridad de la tierra”, sin embargo, consta de personas que han tomado esta mencionada ley de desarrollo bajo su propio gobierno y se pueden liberar completamente de la cadenas del tiempo y aceleran en gran medida el tiempo. Esto se conoce como conclusión de madurez y corrección del objeto, que es el fin de su desarrollo (Baal HaSulam, “Paz en el mundo”).
Pregunta:
¿Qué aceleramos en cada momento?
Respuesta:
Nuestro desarrollo, si atraemos la luz Superior, ésta nos afecta y nos desarrolla.
Mientras tanto, no cambia el orden del desarrollo. La velocidad es la que cambia, porque si vamos en el mismo sentido que todo el proceso general, entonces nos involucramos en él y nos desarrollamos más rápido. A esto se llama Ajishená (paso acelerado).
Y si no vamos con él, nos seguimos desarrollando, pero contra nuestra voluntad y esto se conoce como Beitó, todo a su tiempo.
Pregunta:
En cada momento, nos sucede algo y lleva a la persona a la corrección. ¿Y qué estamos acelerando aquí? ¿Comprimir el curso de los acontecimientos?
Respuesta:
Así es. Estamos acelerando el tiempo.
Pregunta:
Entonces, ¿estos acontecimientos tienen lugar en algún otro plano?
Respuesta:
Estos eventos pueden pasar rápidamente, cambiarnos y ponernos en un nuevo estado cada vez y a veces, nos pueden retrasar. En general, nos ayudan a darnos cuenta de dónde estamos y qué debemos hacer .
Depende de nosotros cuán correctamente reaccionemos ante lo que el Creador nos haga. Si reaccionamos correctamente ante un evento y se reduce a un solo momento, entonces podemos comprender, realizar e incluir en nosotros todos los cambios que el Creador quiere realizar en nosotros.
Pregunta:
¿Cómo resolverlo? No da instrucciones.
Respuesta:
El Creador nos dió un instructivo completo y uno muy sencillo. Él dice que si nos conectamos unos con otros, entonces avanzamos por el buen camino. Eso es todo. ¿Qué es lo que no está claro aquí?
Pregunta:
¿Y cómo se relaciona el hecho de que nos conectamos en un grupo, en una decena, con el evento que está sucediendo?
Respuesta:
Cuando nos conectamos unos con otros, llevamos la luz del Creador a través de nosotros a toda la humanidad, especialmente a aquellos deseos y propiedades que están lejos de la creación correcta. Y resulta que el mundo entero está avanzando.
