La vida sobre la balanza – para mi propio beneficio o para beneficiar a los demás.

Comentario: En un experimento, se asignó a los participantes un presupuesto virtual y se les pidió que determinaran cuánto dinero estaban dispuestos a donar en obras de caridad. Se les informó que podrían quedarse con la cantidad que les sobrara de la donación. Los participantes con rasgos de gran empatía y simpatía, fueron naturalmente más altruistas, así que donaron más. 

Más adelante, se sometió a estrés a los participantes. Inmediatamente, de nuevo se les preguntó, cuánto dinero estaban dispuestos a donar para obras de caridad. Lo interesante fue, que las personas con menor empatía y simpatía, no cambiaron, sin importar la suma que se les dió antes, permanecieron igual. Pero quienes pudieron empatizar de forma significativa, redujeron la cantidad.

Mi Respuesta: Sí. Si yo he estado en estrés, sé lo que es, así que tengo que protegerme del estrés que he padecido. 

Pregunta: ¿Y el resultado es pensar menos en los demás? 

Respuesta: Sí, es una reacción natural del cuerpo. 

Pregunta: Entonces, si estoy bajo estrés, ¿no seré capaz de ayudar más a los demás? Digamos que estoy estresado, pero trato de no pensar en mí y seguir pensando en los demás. 

Respuesta: Si es un verdadero estrés, entonces no. 

Pregunta: Pero usted siempre invita al estado en el que pueda salir de mi mismo y pensar en los demás. ¿Es esta la transición hacia un estado distinto del ser? 

Respuesta: Para lograrlo, se requiere sentir el sentido de la vida. En pro de qué hago esto. No es solo ayudar a otro. Para ayudar a alguien más, es una motivación muy débil. 

Pregunta: Si tengo la tendencia a ser altruista, a ayudar a los demás, ¿entonces en una situación de extrema tensión, no pasaré la prueba? 

Respuesta: ¡Claro! Somos humanos. ¿Qué esperas de las personas? 

Pregunta: Entonces no ayudaré a África, a los pobres o los desafortunados; no ayudaré a nadie. ¿agarraré con fuerza mi dinero? 

Respuesta: Sí.

Pregunta: ¿Entonces, la humanidad no avanzará con todo esto? 

Respuesta: No, no por decisión propia. 

Pregunta: Pero, ¿cómo puedo sobreponerme a eso, para que pueda seguir siendo un hombre con mayúsculas, aún en situación de estrés?

Respuesta: Para llegar a esto, se necesita educar a las personas. Debemos mostrarles que se puede lograr algo, gracias al hecho de que uno no pone atención a sus intereses propios, su riqueza personal, su paz mental y puede conscientemente reducir su importancia. 

Pregunta: ¿Y dar el resto a los demás? 

Respuesta: Sí. 

Pregunta: ¿Y esto debe ser integrado en la comprensión propia del sentido de la vida? 

Respuesta: No es el sentido de la vida, pero sí el medio. 

Pregunta: Y, ¿cuál debería ser el sentido de la vida en este caso, para que uno sea una persona así? 

Respuesta: Hay que poner la vida sobre la balanza  “yo” o “todos los demás”. Algo tiene que pesar más. Para eso es la balanza. 

Pregunta: Tengo esta balanza: para mi propio beneficio o para beneficiar a los demás. ¿Esta decisión me acercará al objetivo?  

Respuesta: Sí, un pequeño paso. Y luego otro y otro. 

Pregunta: Entonces, ¿está usted diciendo que la balanza está ahí todo el camino hacia el objetivo? 

Respuesta: Todo el camino hacia el objetivo y todo el tiempo, cada momento se vuelve más difícil decidir lo que puedo dar. Se torna más difícil caminar sobre el lado correcto. 

Pregunta: Así que, ¿todo el tiempo hacia el objetivo es sobre esta balanza — en cada paso?

Respuesta: Por eso es un ascenso. 

Pregunta: ¿Cuál es este objetivo? 

Respuesta: La meta es el completo otorgamiento y amor, la cualidad del Creador, en la cual te fusionas con Él. 

 

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