Pregunta
En la vida cotidiana, cuando nos encontramos con dificultades y nos damos cuenta de que no tenemos fuerzas para superarlas, dejamos de hacer esfuerzos. Pero en la Cabalá, por el contrario, cuanto más pasa una persona por dificultades, más fuerte se vuelve.
Esto forma parte del camino. Pero, ¿cómo evitar caer en esta extraña filosofía de que si las cosas son difíciles significa que son buenas?
Mi Respuesta:
Nadie dice que lo difícil sea bueno, nadie da la bienvenida a las dificultades. ¿Para qué? ¿Para demostrar que soy un héroe y que lucho contra molinos de viento? ¿Que soy Don Quijote del que te puedes reír?
Quiero llegar a la meta, si tengo que esforzarme, lo haré, porque veo las dificultades como una ayuda, gracias a lo cual crezco; al fin y al cabo el movimiento hacia la meta solo puede ser en la medida de mi crecimiento espiritual, por eso necesito obstáculos.
Son como los problemas que un estudiante resuelve en clase. En el trabajo espiritual resolvemos los problemas de modo que cada una de las dificultades crea en nosotros una percepción y una sensación del mundo completamente nuevas.
En principio ni siquiera son dificultades, sino aprendizaje, adaptación y enriquecimiento con cosas nuevas. Así es como ocurre todo en la ciencia y en otros campos del conocimiento.
