Las lágrimas reducen la agresión

Pregunta:

Investigadores del Instituto Weizmann de Israel han descubierto que las lágrimas humanas contienen una sustancia que suprime la agresión. Para el estudio, recogieron lágrimas emocionales de mujeres, luego a los hombres se les dio la oportunidad de oler estas lágrimas o una solución salina fisiológica. Resultó que las lágrimas femeninas inducen cambios en el cerebro que reducen la agresión masculina en más del cuarenta por ciento. ¿Cuál es la raíz espiritual de las lágrimas?

Respuesta:

Las lágrimas son excesos del deseo de otorgar, en Cabalá esto se llama Or Jozer, la luz reflejada que sale de la fuente de luz y la envuelve. En otras palabras, las lágrimas son una gran fuerza.

Pregunta

¿Incluso en un sentido espiritual?

 

Respuesta:

Especialmente en un sentido espiritual.

Pregunta:

Entonces, ¿me abruma, quiero otorgar, otorgar y otorgar?

Respuesta

 Cuando una persona siente que no puede resolver el problema de otorgar, entonces se manifiestan las lágrimas. Quiero otorgar, pero no puedo; mi naturaleza es diferente.

Pregunta:

Una cosa es cuando un niño llora, otra cosa es cuando un adulto llora. ¿Siguen siendo las lágrimas una forma de impotencia?

Respuesta:

Sí, siempre es impotencia.

 

Pregunta:

Entonces, ¿tengo que llegar a un callejón sin salida y entonces vienen las lágrimas?

Respuesta:

Y luego aparecen las lágrimas, estas son la luz reflejada con la que se viste la luz directa del Creador.

 

Pregunta:

Por favor explique los términos luz reflejada y luz directa de forma más sencilla.

Respuesta:

Significa que una persona apela al Creador y recibe ayuda de Él. Esto se llama luz.

Pregunta:

¿Es esta la luz directa?

Respuesta:

Sí y la luz reflejada es la luz que llega a una persona, se refleja en ella en el deseo de fusionarse con el Creador.

Pregunta:

En nuestro mundo tenemos lágrimas de felicidad, lágrimas de tristeza, dolor, odio y todas ellas siguen siendo lágrimas. ¿Por qué son todas lágrimas?

 

Respuesta:

Las lágrimas son la falta de capacidad de abrazar la inmensidad.

Pregunta:

¿Quiero abrazar lo inalcanzable?

Respuesta:

Sí, aquellos que quieren abarcar lo inalcanzable y descubren que no pueden hacerlo, lloran. Esto también le puede pasar a un niño pequeño o a una persona mayor.

Pregunta:

En Cabalá existe un concepto llamado “puertas de las lágrimas”. Dicen que las puertas de las lágrimas siempre están abiertas. ¿Puede explicar?

 

Respuesta:

Cuando una persona tiene comprensión de que ha hecho todo lo posible para acercarse al Creador y ve que todavía no puede lograrlo, entonces explota desde dentro en sollozos, abriendo así las puertas de las lágrimas. En otras palabras, todas las puertas están cerradas, pero las puertas de las lágrimas están abiertas para una persona que llega a ellas de esta manera.

Pregunta:

Cuando usted dijo que él ha pasado por todo y que ya lo ha hecho todo, ¿significa que todas las puertas están cerradas? Entonces, ¿revisó todas las puertas?

 

Respuesta:

Sí.

Pregunta:

¿Entonces todavía hay que revisar todas las puertas?

Respuesta:

De lo contrario, ¿estallaría uno en sufrimiento y oración?

 

Pregunta:

¿Podemos decir que, en principio, nuestra vida consiste en revisar todas las puertas? ¿Es esta nuestra vida? Y todos los sufrimientos que tenemos en el camino, ¿se deben a que las puertas están cerradas?

Respuesta:

Sí.

 

Pregunta:

¿Llegamos a ello con la edad, con sabiduría? ¿Con qué llegamos a las puertas de las lágrimas?

Respuesta:

Con un alegato por impotencia, con la petición de que lo hemos hecho todo y además del Creador nadie puede ayudarnos, solo a Él nos dirigimos. ¡Pero somos capaces de ello! No solo llorar y gritar como un niño. Pero cuando has pasado por todo y tu desesperación es mayor que todos los problemas que te llegaron.

Pregunta

¿Alguna vez ha llorado?

Respuesta:

He llorado, la última vez que lloré fue cuando reclutaron a mi amigo en el ejército. Y con esto sentí que se acababa la niñez y la juventud.

 

Pregunta:

¿Fue su amigo de la infancia?

Respuesta

Sí.

Observación:

Entonces tuvo ese período de felicidad llamado infancia y terminó.

Respuesta:

Sí, algo así.

Pregunta:

¿Esto es un desbordamiento de qué?

Respuesta:

Es un desbordamiento de emociones. Éramos muy amigos y fue el final.

 

Pregunta:

Otra pregunta: Su maestro Rabash, ¿lloró alguna vez?

Respuesta:

No, imagino que pudo haber pasado, pero nunca vi una sola lágrima.

Pregunta:

¿Incluso, como usted dijo, cuando murió su esposa, cuando él quedó angustiado por ese golpe?

Respuesta:

No, no lloró ni mostró ninguna emoción.

Pregunta:

¿Por qué?

Respuesta:

No lo tenía en él, no tenía nada parecido; estuve con él de 12 a 13 años, falleció en mis brazos y nunca lloró.

Pregunta:

¿Cuando piensa en él, muy a menudo se le llenan los ojos de lágrimas?

Respuesta:

Yo no soy él.

 

Pregunta:

¿Qué siente en ese momento?

Respuesta:

Siento amargura por no poder darle más de lo que le di, y a veces eso le causaba un sentimiento de ofensa hacia mí. Entonces… todavía tengo que resolver esto.

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