Recibí una pregunta: ¿Se ha preguntado usted por qué las mujeres siempre lo interrogan sobre lo mismo? La respuesta es que usted no les da una respuesta. No les explica sobre el progreso espiritual individual de la mujer. Cuando las mujeres le preguntan sobre eso, usted les da un largo discurso sobre la parte del hombre, el grupo, el papel de la mujer en el Kli mundial, etc., evitando decir cómo puede una mujer avanzar individualmente en la espiritualidad. El día de hoy, durante la lección matutina, dio una explicación que me ha dejado perpleja, y terminó con estas aterradoras palabras, «si una mujer avanza en la espiritualidad sola, adquirirá la forma de un ángel o de un demonio». Por lo tanto, tengo la sensación que está evitando decirnos algo.
Mi respuesta: No tengo nada más que agregar: algunas mujeres no desean escuchar la respuesta porque no les permite ser iguales a los hombres. Ellas no pueden sentarse junto a los hombres, estudiar con ellos por la noche, abrazarlos, beber y cantar con ellos, etc., porque es una mujer y yo no puedo cambiar esta situación. Lo que yo propongo es el método de corrección individual, pero no es lo que algunas mujeres desean. En lugar de eso quieren ser «como hombres». Esa es la tragedia.
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