Baal HaSulam escribe en su artículo «La Paz«, la sección, «La necesidad de practicar la cautela con las leyes de la Naturaleza»
Es de vital importancia que estudiemos los mandamientos de la naturaleza y conozcamos lo que nos pide, de otra forma será despiadada y nos castigará. La Naturaleza obliga al hombre a llevar una vida en sociedad, y debemos examinar los mandamientos que la Naturaleza necesita que observemos en sociedad. De hecho, sólo existen dos preceptos que hay que observar: «recepción» y «otorgamiento».
Lo que quiere decir que la Naturaleza obliga a cada miembro de la sociedad a:
1) Recibir sus necesidades de la sociedad, y
2) Beneficiar a la sociedad a través de su trabajo para su bienestar.
Y tiene la obligación de observar ambos mandamientos correctamente, pues si rompe alguno de ellos, será castigado sin piedad.
Cuando uno viola el mandamiento de recepción, el castigo llega de inmediato, lo que previene cualquier negligencia y nos obliga a observarlo. Pero respecto al otro mandamiento, el de otorgamiento a la sociedad, no solamente el castigo no es inmediato, sino que llega indirectamente. Por consiguiente, este mandamiento no se cumple correctamente.
La Naturaleza como un juez competente, nos castiga dependiendo de nuestro desarrollo, pues podemos observar que en la medida que la humanidad se desarrolla, igual aumentan los dolores y tormentos para proveer para nuestra existencia. Y el sufrimiento continuará aumentando hasta que la crisis global nos enseñe que la providencia del Creador nos ha pedido que observemos con toda nuestra fuerza los mandamientos de otorgamiento hacia los demás con absoluta precisión.
Y mientras nosotros no estemos dispuestos a cumplir con esta ley enteramente, la naturaleza no dejará de castigarnos. Y, por supuesto, la naturaleza nos derrotará y nos veremos obligados a unir nuestras manos, como un solo hombre, para seguir los mandamientos en toda la medida requerida.
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El Creador es la raíz de todo lo que existe