Pregunta: ¿Cómo podemos nosotros, los que estudiamos Cabalá, lograr la misma longitud de onda de Baal HaSulam y escuchar lo que él dice acerca de la sociedad del futuro?
Respuesta: Debemos imaginar las leyes y reglas de la sociedad del futuro. Serán amor y otorgamiento absoluto, mutua interacción y ayuda, cuando el hombre piense sólo en los demás y se vea a sí mismo, sólo a ellos.
La espiritualidad inicia cuando hago Tzimtzum (restricción) en mí mismo. Esto es limitarme al pensar en mí. Es decir, debo satisfacer mis deseos del mundo material; comida, sexo y familia, tanto como sea necesario y, los deseos de riqueza, fama y conocimiento los debo usar en beneficio de la sociedad .
Hay cosas que no deben ser discutidas, porque así fuimos creados. Alguien quiere comer dos porciones en la cena porque su cuerpo lo requiere y para otros, algo más simple es suficiente. Alguien necesita dormir diez horas para estar sano, para alguien más, dos horas de sueño son suficientes para poder funcionar. En esto no podemos tratar a la gente como máquina.
Incluso con respecto a riqueza, fama y conocimiento, hay ciertas cualidades en el hombre que necesitan tomarse en cuenta y ser satisfechas. Pero esto depende del nivel de corrección de la persona y de la sociedad.
En principio, la sociedad del futuro se funda en la necesidad de cuidar y preocuparse sólo de que nuestro sistema de relaciones sea perfecto, eterno, infinito y en constante desarrollo e integridad, esto es cuando pienso siempre en fortalecer la conexión: de mí a otros y entre ellos.
Esta es la metodología para la vida en la nueva sociedad: crear lo más posible una red de conexiones mutuas en la que reconozcamos todo nuestro ego anterior y poco a poco, lo convirtamos en altruismo.
Esto no es la última etapa de la corrección, sin embargo, es cuando el trabajo se completa y nuestro mundo se eleva a otros niveles. Ahora estamos en el proceso de nuestra corrección, en el proceso de crear conexiones absolutamente buenas entre nosotros.
Constantemente debemos analizar nuestras capacidades para actuar de acuerdo a esas conexiones, para que todos se sientan protegidos por afecto común, por una actitud común hacia sí mismos y hacia todos los niveles de la naturaleza circundante: inanimado, vegetal y animal. Como la madre cuida a su hijo, así debe ser la actitud de cada uno de nosotros hacia la naturaleza y la sociedad.
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De Kabtv «La última generación» 22/may/17
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