Al fin y al cabo, se trata de un grupo de personas que se han reunido en un lugar determinado, bajo un líder determinado, para estar juntos. Con un valor sobrehumano, se enfrentan a todos los que se levantan contra ellos. De hecho, son hombres valientes, con un espíritu fuerte y están decididos a no retroceder ni un centímetro. Son combatientes de primera clase, que luchan contra la inclinación, hasta su última gota de sangre y su único deseo es ganar la batalla para la gloria de Su nombre. (Rabash, Carta Núm.8)
¿Ven cómo escribe Rabash? ¡Solo un grupo de personas! Lo más importante es que ellos estén en la misma intención y dirigidos hacia el mismo objetivo. Si lo hacen así, entonces sus esfuerzos son suficientes para atravesar el muro entre ellos y el Creador, como tocar al Creador y prolongar el contacto, entre Él y a través de ellos, con toda la humanidad.
Son personas que se reúnen y quieren alcanzar al Creador, “pincharlo” a Él, estar en contacto con Él. No se requiere nada más, diez personas son suficientes para hacer contacto con el Creador y a través de ellos, comienza una conexión contínua entre la humanidad y el Creador. Es lo que tenemos que lograr.
Lo podemos hacer. Estamos creados para esto. Intentemos incluso con más fuerza, aún más profundo, hasta avanzar más intencionadamente hacia el Creador y alcanzar esto. Se llama “Mis hijos me han vencido”.
Entonces, no retrocedamos ni un solo paso y sigamos con nuestros esfuerzos para “pinchar” al Creador, de forma que Él esté obligado a respondernos, para que Él nos atraiga y por conducto nuestro, lleguemos al contacto con todo el mundo, con toda la humanidad.
Que importante es No te sueltes de Él