Nuestro mundo es un mini modelo inverso del Mundo del Infinito

the-rate-of-ones-spritual-development-depends-on-ones-effortsEn las noticias (de Physorg): «Los científicos hacen un modelo de las palabras como intrincados estados cuánticos en nuestras mentes»  La investigación muestra que las palabras están almacenadas en nuestras memorias, no como entidades aisladas, sino como parte de una red de palabras relacionadas.  Los investigadores han hecho un modelo del vocabulario humano mental que consiste de palabras que no pueden ser separadas de otras palabras,  lo que podría explicar por qué las palabras tienen tantas asociaciones, una peculiaridad que nos ayuda a comunicarnos.

Al intentar comprender estas conexiones, los científicos visualizan un mapa de enlaces entre las palabras llamado lexicón mental que muestra como las palabras en el vocabulario están interconectadas por medio de otras palabras.  El modelo basado en la cuántica no supone que las palabras sean entidades separadas.

Recibí una pregunta relacionada a este reportaje: Pero al mismo tiempo los científicos hablan sobre «anaqueles de memoria» donde se almacenan trozos separados de información.  ¿Entonces, cuál teoría es la correcta?

Mi respuesta: Cualquier parte del universo es similar al universo entero y es una mini imagen en el espejo de él.  Lo único en la creación es el Mundo del Infinito y está dividido en partes que lo perciben.  Estas partes son idénticas al todo colectivo, igual que en una imagen holográfica.

Aunque es más fácil para nosotros hablar en términos de células de memoria, cuando hablamos sobre algo, siempre estamos hablando sobre un mini-modelo de la única creación: el Mundo del Infinito.   Lo único que diferencia el mini  modelo es su infinitud: es un finito, fijo deseo de amar y otorgar.   Es así como los grados de descenso se formaron empezando con el Mundo del Infinito y terminando aquí abajo en nuestro mundo.

En nuestro mundo, el descenso continúa.  Sin embargo, no ocurre más en igualdad al atributo de amor y otorgamiento, sino en diferentes grados del deseo «de recibir para uno mismo».

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