Debe haber una «piedra pequeña», pero debe ser «completa», es decir, suficiente para guardar toda la Torá y las Mitzvot basadas en la «piedra pequeña», y solo entonces se la llama «completa» (Baal HaSulam, Shamati 170, «No debes tener en tu bolsillo una piedra grande»).
Una piedra pequeña es fe pequeña (por encima de la razón), y una piedra grande es fe grande (razón).
Una persona debe tener una «piedra pequeña», para que pueda cumplir la Torá y las Mitzvot basándose en la fe, esta piedra debe estar entera. Significa que debemos esforzarnos por tener fe, ya sea pequeña o grande pero completa, no rota en partes.
Por lo tanto, no nos fijamos en el tamaño de la piedra, sino en su integridad, en qué medida la integridad de la fe nos permite cumplir la Torá y los mandamientos juntos.
Cuando nos esforzamos por alcanzar una meta, fuerza, fe y acción, vemos cómo el Creador nos une y nos convierte en una piedra sólida.
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