Recibí dos preguntas sobre el desarrollo a través de la Cabalá:
Pregunta: Dice en un libro de Rav Kook que hay dos clases de redención: redención que llega a su debido tiempo (בעיתה – Beito) y la redención que llega como respuesta al ruego de la persona (אחישנה– Ahishena). En ambos casos, la redención llegará finalmente. Según la Cabalá, tenemos que cambiar desde nuestro interior y entonces alcanzaremos la felicidad. Y, al esparcir la sabiduría de la Cabalá, daremos a todos la felicidad porque van a recibir la misma Luz. Pero entonces parecería que la Cabalá contradice la noción de la existencia del tiempo para la corrección.
Respuesta: ¡Está usted confundido! Se nos entregó la Cabalá para que en lugar de progresar «a su debido tiempo», aceleremos el tiempo (progresemos por אחישנה – Ahishena). Esto quiere decir que podemos desarrollarnos sin esperar que llegue el sufrimiento (sin בעיתה– Beito).
Pregunta: ¿Qué quiere usted decir por el punto en el corazón? ¿De igual forma, quiere usted decir que el destino -o las circunstancias en nuestra vida que pueden ser difíciles – nos empujan a llegar a ese punto para descubrir nuestro propósito?
Respuesta: El sufrimiento y el vacío llevan a una persona a preguntarse sobre el significado causa y propósito. Gradualmente, una persona empieza a sentir que necesita comprender la causa de todo lo que ocurre y este sentimiento es el deseo subconsciente de revelar al Creador. Una persona entonces descubre la fuente de este conocimiento (los libros, el grupo y el maestro) y alcanza la meta.
El punto en el corazón es el deseo de revelar al Creador y la Cabalá es el método o el medio para revelarlo a Él. El punto en el corazón es el deseo inicial del alma y el alma entonces empieza a desarrollarse desde este punto. El punto en el corazón es similar a una semilla: cuando se coloca en el ambiente que es correcto para su desarrollo (el grupo, libros y el maestro) empieza a desarrollarse para convertirse en la vasija del alma -un deseo en donde la persona empieza a sentir la Fuerza Superior, el Creador.
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