Si llegamos al deseo común de deleitar al Creador, ¿de qué manera se preserva nuestra individualidad?
Respuesta:
Cada uno de nosotros tiene su propio deseo. No podemos individualizarlo y de alguna manera delinearlo, pero está separado y por lo tanto no desaparece. Constantemente lo desarrollamos y complementamos hasta que comenzamos a sentir al Creador dentro de él.
En este momento todavía estamos en el nivel de Néfesh (inanimado), y el siguiente nivel es Rúaj (espíritu).
Rúaj es el nivel en el que sentimos que algunos cambios están ocurriendo dentro de nosotros. Entonces nos volveremos más sensibles a nuestros estados, los estudiaremos más y comprenderemos de qué hablan y cómo pueden conectarse entre nosotros.
En este nivel, las almas se corrigen a sí mismas transmitiendo la luz que han recibido a los demás y así se conectan con todo el mundo.
Pregunta:
¿Se le da a cada individuo la oportunidad de manifestarse en llenar a otros o en alcanzar el deseo de deleitar al Creador?
Respuesta:
Deleitar a otros o deleitar al Creador es uno y lo mismo. Básicamente, este es un deseo que envío hacia afuera desde mí mismo.